Durante la conferencia francófona sobre el VIH/SIDA en Yaundé, expertos destacan los avances y retos en la lucha contra el VIH a nivel mundial. En los primeros años, la enfermedad causó estragos en África, pero con iniciativas como el Fondo Mundial y PEPFAR, se logró ampliar el acceso al tratamiento.
Se destaca el progreso alcanzado, pasando de menos de 50.000 personas en tratamiento en 2000 a más de 20 millones en la actualidad. Sin embargo, aún persisten desafíos, con más de 1,3 millones de personas infectadas con VIH en 2021 a nivel global. Las infecciones se concentran en grupos marginados como hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, personas que se inyectan drogas y trabajadores sexuales.
La lucha contra el VIH se ha convertido en un desafío de equidad, siendo crucial enfocarse en comunidades vulnerables. En África, se destaca la importancia de centrarse en los adolescentes para prevenir nuevas infecciones. A pesar de la disminución de la incidencia entre jóvenes, todavía se registran 4.000 nuevas infecciones por semana en la región subsahariana, lo que evidencia la necesidad de invertir en educación y programas de salud.
Para frenar las infecciones entre mujeres jóvenes, es fundamental involucrar a diversos actores y promover la igualdad de oportunidades. Proyectos como VOCES ESENCIALES buscan empoderar a las mujeres jóvenes y niñas, así como proporcionar acceso a servicios de salud integrales. Se destaca la importancia de incluir a las mujeres en la toma de decisiones en temas de salud.
Reducir las infecciones entre las parejas sexuales de las mujeres jóvenes también es fundamental para combatir el VIH. Transformar normas culturales que ponen a hombres y niños en riesgo, así como brindar pruebas y tratamiento, son estrategias clave. La equidad sigue siendo el objetivo principal en la lucha contra el VIH, recordando el impulso por la equidad en el tratamiento hace dos décadas.
La próxima Conferencia sobre el SIDA en Múnich se presenta como una oportunidad para renovar el compromiso en la lucha contra el VIH. Se hace un llamado a revitalizar los esfuerzos para reducir las infecciones entre los grupos más afectados, manteniendo el espíritu de solidaridad y equidad. La contribución de diversos colaboradores y la participación activa de las comunidades son clave para alcanzar el objetivo de poner fin al VIH.
