El Gobierno de Ecuador suspendió temporalmente la recogida de muestras genéticas a presos tras críticas al procedimiento. Las pruebas se realizaban bajo presión militar en prisiones sin informar adecuadamente a los reclusos.
El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI) confirmó inició un censo penitenciario el 21 de febrero que incluye la toma de perfiles genéticos. Esto requiere el consentimiento informado de las personas privadas de su libertad.
El censo se inició en penales de Riobamba y Cotopaxi, así como en la Penitenciaría del Litoral. Esta última ha sido escenario de disturbios y se ha entregado la seguridad penitenciaria a las Fuerzas Armadas. Se suspendieron las pruebas genéticas y no se ha anunciado cuándo continuarán.
Las muestras de ADN pueden ayudar a identificar a los reclusos en caso de masacres y prevenir la suplantación de identidad. Sin embargo, también pueden usarse para implicar en delitos a los presos en el futuro o pasado.
La ley ecuatoriana de protección de datos garantiza a los ciudadanos acceso a sus datos genéticos y la información sobre su uso. El Comité de Derechos Humanos de Guayaquil solicitó una auditoría del proceso para verificar el consentimiento de los presos en la toma de muestras.
El procedimiento de recogida de muestras genéticas a presos en Ecuador ha generado polémica y críticas en el país. Las autoridades han suspendido temporalmente estas pruebas mientras se esclarecen los términos de su realización.
Es importante asegurar que los derechos de los reclusos sean respetados en cualquier proceso que involucre la toma de muestras genéticas. La transparencia y el consentimiento informado son fundamentales para garantizar la legalidad y ética de estas prácticas.
El debate sobre la recogida de muestras genéticas a presidiarios continúa en Ecuador. Se espera que las autoridades aclaren los procedimientos y respeten los derechos de los reclusos en este delicado tema.
