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Peña omite reformas sustanciales en transporte público, señales no presentes –

El Gobierno del presidente Santiago Peña no da señales de que planea un cambio estructural del sistema de transporte público del Área Metropolitana de Asunción, servicio que cada vez sale más caro a todos los contribuyentes del país. Urgen mejoras en el servicio, más aún ante la implementación del estacionamiento tarifado en Asunción, que aumentaría la demanda de pasajeros.

“El otro día salí a las cinco de la tarde de la oficina y llegué a casa casi a las nueve. Dos horas y media estuve en la parada esperando el colectivo”, exclamó. Seguidamente, mencionó que la demora varía y que es peor los días en que baja el precio del combustible.

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Santiago Peña alegó recientemente que implementa esta estrategia debido a que los transportistas, al igual que empresarios de cualquier actividad comercial, necesitan de capital para ofrecer sus servicios. Para concretar esos pagos, el Ejecutivo cambió los requisitos que deben cumplir los transportistas para acceder al beneficio y el sistema del cálculo. Además, estipuló que en vez de reuniones frecuentes del Consejo de la Tarifa Técnica, éstas sean sólo dos veces al año y estableció que el pago del subsidio al mes sea del 100% del promedio recibido por cada transportista en el semestre anterior del mes que cobra. Esto se hace antes de tener la tarifa técnica, que arroja la cifra que debería cobrar en total cada concesionaria. Anteriormente solo se les pagaba el 50% antes de tener dicho cálculo.

El presidente Peña es el primero en la historia del país que cuenta con datos reales del transporte público proveídos por la tecnología del cobro electrónico, tales como cantidad de pasajeros y flota de buses en servicio, horas pico, y todo esto georeferenciado de forma digital. El billetaje generó una radiografía del transporte público, considerada una “mina de oro”. Los datos también disponen los transportistas, principales interesados, pues son propietarios de la firma Epas, tarjeta Jaha, que tiene una cómoda posición dominante en el mercado del cobro electrónico, con el 70%. Además, cada validación tiene una comisión del 6%, costo que asumen las Líneas, por cada pasajero.

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En Montevideo (Uruguay), por ejemplo, la prestación para el pago del pasaje es similar al del AMA pero la principal diferencia radica en que la comisión del cobro electrónico va a un fondo para subsidios, el cual es administrado por la Intendencia de Montevideo (IM). Con ese fondo, la IM se encarga de adquirir las tarjetas del billetaje y entrega el primer plástico a los usuarios sin costo, con la presentación obligatoria de su cédula de identidad o pasaporte (extranjeros). En caso de pérdida del plástico, tiene un costo de dos boletos del pasaje. De esta manera, el propio gobierno local dispone de primera mano la información generada por los usuarios reales (evita pasajeros fantasma), sin intermediarios, y los interesados en esa información pueden descargarla de su portal, en formato de datos abiertos.

Se desconocen los montos que forman parte de la tarifa técnica y que definen el precio del pasaje. Se trata de la información generada con el billetaje, que solo se entregan a empresarios en las negociaciones entre el Gobierno y transportistas, en espacios en los que analizan los datos del billetaje y del precio del pasaje. Allí no permiten participación de organizaciones de pasajeros ni de la prensa. Tampoco se sabe a ciencia cierta hasta lo más mínimo y de sumo interés de los usuarios: cuál es la frecuencia de los colectivos. De este modo, se observa que todo el sistema está orientado a la ganancia de los transportistas y no a la mejora del servicio para los pasajeros.

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