Según la policía, el ataque fue motivado por una deuda
Padre e hijo regresando de un partido de fútbol. Ya en la puerta de la casa, el chico se baja del auto y se sobresalta con los primeros disparos. Los disparos van en dirección al padre.
El hombre de negro, que se bajó del auto plateado, dispara seis veces. Por instinto, el niño se agacha y gatea por el suelo para sobrevivir. El ataque es rápido, dura poco más de 10 segundos.
El objetivo del tirador, un ex policía militar que ahora se desempeña como abogado, Marcos Casimiro Fernandes, de 49 años, recibió tres impactos. Las marcas de los disparos en la ventana del auto muestran que los disparos fueron certeros, con una clara intención de matar.
Quien disparó tampoco quería esconderse. Una cámara grabó todo. El conductor y el autor de los disparos fueron localizados por la matrícula del automóvil poco después del crimen en el domicilio.
Según la policía, el ataque fue motivado por una deuda.
El abogado permanece hospitalizado en estado grave. Según el boletín médico, respira con la ayuda de máquinas.
El niño de siete años, que sobrevivió sin lesiones, está al cuidado de familiares que optaron por no grabar una entrevista.
Socorro q Barbaro