Publicidad
Comparte esto en:

Restos del planeta que formó la Luna pueden estar escondidos cerca del núcleo de la Tierra

Las ondas sísmicas creadas por los terremotos a medida que viajan por el interior del planeta cambian de velocidad y dirección a medida que avanzan a través de diferentes materiales. Cosas como el tipo de roca, la densidad y la temperatura alteran el viaje de estas ondas, lo que permite a los científicos construir gradualmente una imagen de la corteza y el manto de la Tierra, detectando cosas como la aparición de columnas de material caliente del manto, así como de restos más fríos. de placas tectónicas que cayeron de la superficie de la Tierra hace mucho tiempo.

Hay algunas cosas que aparecen en estas imágenes, sin embargo, que no son fáciles de explicar. En lo profundo del manto terrestre hay dos regiones donde las ondas sísmicas se desaceleran, llamadas grandes provincias de baja velocidad. Esta desaceleración es consistente con los materiales que tienen mayor densidad, por lo que no es realmente una sorpresa que estén cerca del núcleo. Pero eso no explica por qué hay dos regiones distintas o por qué parecen contener material que ha existido desde la formación del Sistema Solar.

Publicidad

Ahora, un equipo de científicos ha vinculado la existencia de las dos regiones a un evento catastrófico que ocurrió temprano en la historia de nuestro Sistema Solar: una colisión gigante con un planeta del tamaño de Marte que terminó creando nuestra Luna.

Difícil de explicar

Se han ofrecido varias explicaciones para estas provincias grandes y de baja velocidad, pero ninguna de ellas es del todo satisfactoria. Una idea es que son restos del proceso mediante el cual el interior de la Tierra se separó en su estructura corteza-manto-núcleo. Pero este material debería haber sido completamente agitado cuando un objeto del tamaño de Marte llamado Theia chocó con la Tierra primitiva, dejando suficientes escombros en órbita para formar la Luna.

Publicidad

Otras sugerencias incluyen la idea de que estos puedan ser restos de placas tectónicas que se han hundido a profundidades inusuales en el manto. Pero esto no explica la aparición de este material cuando las columnas del manto sacan parte de él a la superficie a través del vulcanismo. Cuando se toman muestras, las proporciones de isótopos en los gases atrapados en este material se parecen a las que se esperaba que estuvieran presentes en los primeros años del Sistema Solar, en lugar de a las que se encuentran en la corteza actual.

El equipo detrás del nuevo artículo sugiere que una fuente completamente diferente podría explicar las extrañas propiedades de estas grandes provincias de baja velocidad. En comparación con la Tierra, la Luna tiene mucho más óxido de hierro, lo que sugiere que Theia también tenía mucho de este material. Dado que el óxido de hierro es más denso que muchos otros materiales del manto, esto podría explicar esta propiedad de las grandes provincias de baja velocidad. Además, la colisión habría ocurrido temprano en la historia del Sistema Solar, lo que podría explicar por qué las proporciones isotópicas parecen primordiales.

Publicidad

El gran problema con esta idea es que el material de Theia también habría sido agitado después de la colisión, por lo que es difícil entender cómo pudo formar capas discretas dentro de la Tierra. Por eso, los investigadores modelaron el interior de la Tierra, durante y después de la colisión, para comprender mejor cómo podrían funcionar las cosas.


Comparte esto en:
Publicidad

Publicaciones Similares

Deja un comentario