La decisión de Pedro Sánchez de plantearse continuar en el Gobierno ha generado críticas por parte de Esquerra Republicana, quienes consideran que se trata de una estrategia para desviar la atención de un caso judicial contra su esposa. Tanto el candidato a la presidencia, Pere Aragonès, como el presidente del partido, Oriol Junqueras, han expresado duramente su descontento.
Junqueras comparó la dimisión de Sánchez con el trabajo realizado por su partido ante la «represión» del Estado hacia los independentistas, así como en la lucha por los derechos sociales. Además, cuestionó la tardanza del líder en decidir si continúa en su cargo, haciendo referencia a la necesidad de reflexionar sobre su continuidad en medio de ataques a su pareja.
El inicio de la campaña de Esquerra Republicana tuvo lugar en los Jardinets de Gràcia de Barcelona, donde Junqueras recordó la resistencia de ciudadanos contra las tropas borbónicas en el siglo XVIII. Destacó la importancia de luchar por la dignidad y la historia de esfuerzo de la población para defender sus derechos.
Pere Aragonès enfatizó la trayectoria de su partido como el único sin casos de corrupción en sus 93 años de historia. Criticó la financiación irregular de la extinta Convergència, haciendo alusión a casos como el de «Koldo» o «el 3%». El presidente mostró su rechazo a prácticas corruptas y afirmó que bajo el gobierno de ERC, no se permitió la intervención de Koldo en la Generalitat.
En este contexto, la polémica surge en un momento clave para la política española, con debates sobre la continuidad de Pedro Sánchez en el Gobierno y las elecciones regionales catalanas del 12-M en el horizonte. Esquerra Republicana se posiciona como una alternativa limpia de corrupción y defensora de los derechos sociales, contrastando con lo que consideran la inacción y falta de claridad por parte del líder del PSOE.
Las declaraciones de los líderes de Esquerra Republicana evidencian un ambiente de confrontación política en medio de acusaciones y críticas. La estrategia de desviar la atención hacia Pedro Sánchez y lejos del caso judicial que afecta a la esposa del presidente genera debate y polémica en un momento crucial para el panorama político español.
Ante este panorama, la campaña electoral se presenta como un escenario de tensión y confrontación entre los diferentes partidos políticos, con Esquerra Republicana marcando su posición como un partido limpio de escándalos y enfocado en la defensa de los derechos sociales. El caso «Koldo» emerge como un símbolo de la corrupción que el partido rechaza, buscando destacar su trayectoria intachable en comparación con otros partidos.
