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Metafuels apuesta 8 millones de dólares por un cielo más verde en el futuro

La empresa se centra en el combustible para aviones como su producto principal, comprando un billete para fabricar combustible para aviones que cumpla con los estándares de aviación. Es un trabajo difícil: el combustible tiene que funcionar en todo tipo de entornos inhóspitos: en el frío glacial de las alturas y en el azul, en el calor sofocante de una pista de aterrizaje de Houston y en todo lo demás.

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«La seguridad operativa es fundamental, desde el manejo del combustible en tierra hasta el rendimiento de la combustión a grandes altitudes», señala Leigh Hackett, cofundadora y CCO de Metafuels.

La compañía tiene como objetivo producir un sustituto viable del combustible para aviones 100% sintético para 2030, que, según afirma, se integrará perfectamente en los sistemas globales de energía renovable existentes, proporcionando una solución energética que opere fuera de las cadenas de suministro tradicionales de combustibles fósiles. Los competidores en este espacio incluyen LanzaJet.

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La nueva inversión de 8 millones de dólares supone un importante impulso para los ambiciosos planes de Metafuels. La empresa considera que el coste creciente de los combustibles convencionales, los inminentes impuestos medioambientales y la mayor presión de las partes interesadas en favor de la sostenibilidad son factores que compensarán los costes de producción iniciales de su ISAF. La ronda estuvo liderada por Socios de impacto energético Es Empresas contrarias.

La tecnología eSAF de Metafuels permite una transición perfecta del queroseno de origen fósil mediante un proceso desarrollado para convertir metanol verde en eSAF. El metanol, a su vez, se produce a partir de hidrógeno (Hdos) y dióxido de carbono de origen sostenible. Verde Hdos Se puede generar a partir de la electrólisis del agua impulsada por electricidad renovable y CO.dos Se puede capturar de fuentes biogénicas, incluidos residuos y residuos en el corto plazo. El plan a largo plazo es empezar a capturar aire directamente, lo que me parece maravillosamente poético: capturar gas, ponerlo en aviones, que vuelan por el aire, y devolverlo al aire.

Podría ser un interesante trampolín hasta que los aviones propulsados ​​por baterías o hidrógeno despeguen en serio: la magia de la aerocervecería de Metafuels es que puede alimentar aviones sin modificaciones, dice la compañía.

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«Una vez que superemos los componentes básicos de la selección de carbono e hidrógeno de fuentes sostenibles, entraremos en una tecnología relativamente simple pero innovadora para convertir estos componentes en combustible para aviones». dice Saurabh Kapoor, director ejecutivo y cofundador de Metafuels. «Entonces, como es una forma de queroseno, se pueden utilizar las mismas tuberías, infraestructura, almacenamiento, transporte y aviones».


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