La devastadora campaña militar israelí en Gaza ha provocado una hambruna y niveles catastróficos de desnutrición. La Franja sigue recibiendo menos de la mitad de los alimentos necesarios, según un informe de agencias de la ONU y grupos humanitarios.
Más de 870 mil personas están en emergencia y más de 670 mil en situación catastrófica en Gaza. La población enfrenta una crisis de inseguridad alimentaria, con casos graves como el de Fadi al Zant, un niño con fibrosis quística. La ayuda humanitaria es crucial para contener la situación.
El nivel de desnutrición aguda en niños ha aumentado drásticamente en comparación con meses anteriores. La falta de acceso a la ayuda humanitaria y el rápido incremento de la inseguridad alimentaria en Gaza son alarmantes.
Israel impone restricciones al acceso de la ayuda humanitaria, lo que dificulta contener la hambruna en Gaza. En medio de la crisis, los suministros vitales han disminuido significativamente desde el inicio de la ofensiva militar israelí.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos advierte que restringir la entrega de ayuda y conducir hostilidades en Gaza podría equivaler al uso del hambre como arma de guerra, lo que sería un crimen de guerra.
Ante la emergencia alimentaria en Gaza, países como Estados Unidos y la Unión Europea han impulsado alternativas para proporcionar ayuda por vía aérea y marítima. Sin embargo, estas medidas son limitadas y costosas, planteando desafíos logísticos.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la incipiente hambruna en Gaza e insta a Israel a garantizar el flujo adecuado de ayuda. Las restricciones y obstáculos impuestos por Israel dificultan el acceso a la asistencia humanitaria en la región.
La situación en Gaza es crítica y requiere una intervención urgente y efectiva para contener la hambruna y la crisis humanitaria en la región. Es necesario un acceso sin restricciones a la ayuda y la cooperación de múltiples actores para abordar esta emergencia alimentaria.
