Donald Trump afrontó la posibilidad de que la Trump Tower fuese embargada esta semana por falta de liquidez. A pesar de esto, su fortuna sigue en alza, convirtiéndose en uno de los hombres más ricos del mundo. Sin embargo, la incertidumbre rodea a sus activos, especialmente en Truth Social, su red social. La valoración en bolsa de esta empresa desafía la lógica, generando preguntas sobre su viabilidad a largo plazo.
Trump es el mayor accionista de Truth Social, con aproximadamente el 58% del capital. Aunque su participación en la empresa ha despertado interés, existen restricciones para la venta de acciones, lo que plantea incertidumbres sobre su futuro. La valoración de la red social supera a compañías establecidas como The New York Times Company, generando debates sobre su sostenibilidad económica.
La red social de Trump, que cuenta con millones de seguidores, se ha convertido en un activo controvertido en el mercado bursátil. A pesar de las valoraciones cuestionables, el precio de las acciones se ha mantenido estable, alimentando teorías sobre su comportamiento impulsado por las redes sociales. Este fenómeno ha llevado a la red social de Trump a ser considerada como un «valor meme», cuya viabilidad a largo plazo es cuestionada por expertos financieros.
La fusión de Trump Media & Technology Group con Digital World Acquisition Corp ha generado controversia debido a las valoraciones excesivas de la red social. La compañía reconoce que su éxito futuro depende en gran medida de la popularidad y presencia continua de Trump en la plataforma. Las advertencias sobre posibles escenarios que podrían afectar negativamente a la empresa se han hecho presentes, enfatizando la fragilidad de la posición de Truth Social en el mercado.
A pesar de los desafíos financieros y las incertidumbres, Trump se mantiene como una figura central en el panorama político y económico. Su influencia en Truth Social y su potencial candidatura presidencial republicana añaden un elemento intrigante a la narrativa. La viabilidad y el futuro de la red social de Trump siguen siendo objeto de debate en el ámbito internacional, reflejando la complejidad de la intersección entre la política y los negocios en la era digital.
