Un estudio reciente propone sustituir el consumo de carne roja por pescados pequeños para prevenir enfermedades y mejorar la salud, especialmente en países menos desarrollados. El cambio podría evitar 750.000 muertes prematuras en 2050, según estimaciones realizadas por expertos en salud global.
Estos peces, como sardinas, arenques y anchoas, no solo son beneficiosos para la salud, sino que también tienen un menor impacto ambiental. Su consumo moderado, rico en ácidos grasos poliinsaturados, puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, su precio es accesible para países con menores ingresos, donde la mala alimentación causa un aumento de patologías.
El estudio, liderado por Shujuan Xia del Instituto Nacional de Estudios Ambientales de Japón, sugiere que la introducción de este tipo de pescado en la dieta mundial podría evitar medio millón a 750 mil muertes prematuras y entre 8 y 15 millones de años de discapacidad acumulada. El uso de pescado forrajero como alternativa a la carne roja podría tener un impacto significativo en la salud global.
Aunque el pescado forrajero representa el 30% de las capturas globales, solo una cuarta parte se destina al consumo humano, siendo el resto utilizado en piscifactorías para la cría de peces más costosos. Los investigadores advierten sobre la ineficiencia de este sistema y proponen priorizar el consumo nacional de pescado, especialmente en países con menores recursos.
El análisis realizado contempla diferentes escenarios para la distribución global de pescado, con el objetivo de mejorar la salud y reducir las enfermedades asociadas al consumo de carne roja. La aplicación de políticas alimentarias a nivel nacional que fomenten el consumo de pescado podría tener un impacto positivo en la salud de la población y en la sostenibilidad ambiental.
A pesar de las incertidumbres relacionadas con el impacto del cambio climático en las capturas de peces, los autores proponen estrategias para impulsar la producción sostenible de estos alimentos. El estudio destaca la importancia de considerar la salud pública y la sostenibilidad ambiental en la elección de alimentos, con el objetivo de mejorar la calidad de vida a nivel global.
En resumen, la sustitución de carne roja por pescado pequeño podría tener beneficios significativos para la salud y el medio ambiente. Estudios como este resaltan la importancia de adoptar políticas alimentarias sostenibles que promuevan una dieta equilibrada y beneficiosa para la salud de la población a nivel mundial.
