El ejército israelí retira casi todas sus tropas del sur de Gaza después de meses de enfrentamientos con Hamás. Solo queda una brigada en la zona para garantizar corredores estratégicos y facilitar operaciones en el territorio palestino.
La ciudad de Rafah, en el sur de Gaza y frontera con Egipto, se encuentra ahora llena de personas desplazadas huyendo de la violencia. A pesar de las advertencias de Estados Unidos y la ONU sobre posibles consecuencias para civiles, Israel argumenta que el ataque a Rafah es necesario para acabar con Hamás.
La retirada de la 98.ª División israelí, encargada del avance en el frente sur de Gaza, deja solo a la brigada Nahal operativa en la zona. Esta brigada protege corredores estratégicos, impide el retorno de desplazados y facilita las operaciones al norte y centro del enclave.
Un oficial del ejército israelí asegura que lograron desmantelar la brigada de Hamás en Khan Yunis, pero no pudieron recuperar a los rehenes de la Jihad Islámica. La retirada coincide con nuevas negociaciones en Egipto para alcanzar un alto el fuego en Gaza.
Las Fuerzas de Defensa de Israel recuperaron el cuerpo de un ciudadano israelí secuestrado por la Jihad Islámica en octubre durante la tregua de siete días entre Israel y Hamás en noviembre. Varios hospitales en la ciudad sureña de Jan Yunis quedaron inoperativos tras el asedio de las tropas israelíes.
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