Católicos y evangélicos Expresan Preocupación por Políticas del Gobierno de Santi Peña

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En una semana marcada por la preocupación y el descontento, líderes católicos y evangélicos han manifestado su inquietud ante las acciones políticas llevadas a cabo por el gobierno de Santiago Peña. Ambas agrupaciones religiosas, si bien con posturas independientes, coinciden en las críticas hacia la administración actual del país.

Durante la 239° Asamblea de Obispos del Paraguay, los líderes católicos expresaron su preocupación por la asignación de jugosos salarios a las autoridades políticas, a pesar de la notable escasez de recursos en el sistema de salud pública y en el ámbito educativo. Monseñor Amancio Benítez, portavoz de la Asamblea y obispo de Benjamín Aceval, lamentó la insensibilidad de los representantes políticos frente a esta situación, resaltando la situación de niños y jóvenes excluidos del sistema educativo.

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La crítica también se dirigió hacia la iniciativa del Poder Ejecutivo de aumentar los salarios de parlamentarios y altos funcionarios, generando un contraste con la realidad de gran parte de la población que percibe ingresos inferiores al salario mínimo legal. El presidente Peña reveló que este pedido de aumento surgió como una presión por parte de ciertos parlamentarios.

Por otro lado, líderes evangélicos expresaron su desilusión tras el rechazo del proyecto de ley que planteaba derogar el convenio con la Unión Europea sobre respaldo a la educación paraguaya. Este convenio ha generado controversia, ya que sectores sociales conservadores y religiosos argumentan que la colaboración financiera externa está condicionada a la implementación de lo que denominan como «ideología de género» en la educación.

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En respuesta a estas críticas, el presidente Santiago Peña ha solicitado un diálogo «fluido y fraterno» con los líderes religiosos, con el objetivo de encontrar puntos de coincidencia y abordar las inquietudes planteadas. Durante una conferencia de prensa, Peña destacó las gestiones por parte del Gobierno para introducir una adenda que respete la Constitución Nacional y los valores fundamentales de la sociedad paraguaya.

Esta situación refleja la relevancia del rol de las instituciones religiosas en el debate público y su preocupación por el rumbo de las políticas gubernamentales en áreas cruciales como la salud y la educación.

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