El test del piecito, un estudio esencial para los recién nacidos, se ha convertido en una pieza fundamental en la detección temprana de enfermedades que podrían causar serias complicaciones en la salud de los bebés. Esta evaluación, gratuita y obligatoria en los servicios de salud del Ministerio de Salud, busca identificar condiciones como hipotiroidismo congénito, fenilcetonuria y fibrosis quística, potencialmente causantes de retardo mental e incluso riesgo de muerte.
Realizado antes del alta hospitalaria y recomendado en las primeras 24 horas tras el nacimiento, el test del piecito se lleva a cabo en más de 1.002 sitios de toma de muestras a lo largo del país, desde el nivel básico de atención hasta los hospitales. El procedimiento implica una punción estéril en el talón del bebé para obtener unas gotas de sangre, recolectadas en papel de filtro y enviadas al Laboratorio del Programa para su análisis.
La detección precoz de estas afecciones es crucial para evitar daños graves, como daño cerebral, trastornos neurológicos, problemas de crecimiento y respiratorios, entre otros. El test, realizado con el bebé en brazos de la madre y los pies hacia abajo, facilita el flujo sanguíneo y garantiza un manejo óptimo del recién nacido durante el procedimiento.
Este examen preventivo representa un avance significativo en la salud neonatal, permitiendo un diagnóstico temprano y brindando la oportunidad de mejorar la calidad de vida de los pacientes, al evitar complicaciones severas que podrían surgir de estas enfermedades si no se detectan a tiempo.
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