“Todos los seres humanos, en un inicio, teníamos los ojos marrones”. El equipo de investigadores de Eiberg, tras años de investigación y rastreo de una mutación genética, han confirmado que el primer ser humano con los ojos azules apareció entre 6000 y 10.000 años.
Dicho azul surgió de una mutación genética que habría afectado al gen OCA2 en el cromosoma humano. En esos tiempos, surgió entonces un “interruptor que literalmente apagó la capacidad para producir ojos marrones” entre los seres humanos, afirma Eiberg. El gen OCA2, codifica la llamada proteína P, que es aquella que interviene en la producción de la melanina, el pigmento que da color a nuestro pelo, nuestros ojos y nuestra piel.
En otras palabras, todas aquellas personas con ojos marrones tienen una variación individual considerable en el área de su ADN que controla la producción de melanina.
Solo 150 millones de personas tienen este color de ojos en el planeta. Y si comparamos con el marrón, que ocupa el primer puesto del ranking de tono de ojos frecuentes, la diferencia es abismal. Es decir, según los expertos, cerca del 79% de la población mundial tiene ojos marrones.