Las autoridades de Ucrania han revelado acusaciones alarmantes sobre la presunta colocación de explosivos por parte de tropas rusas en la central nuclear de Zaporizhzhia, considerada la planta nuclear más grande de Europa. Según informes del Ministerio de Defensa ucraniano, las fuerzas rusas continúan minando la instalación con minas direccionales de tipo soviético en las salas técnicas y de turbinas.
En un comunicado emitido por la dirección principal de inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania a través de su canal de Telegram, se afirmó que las minas y explosivos están siendo entregados en estos momentos a la planta nuclear. Se mencionó que las barreras explosivas de minas colocadas en las salas técnicas y de turbinas incluyen minas antipersona de tipo direccional controladas por control remoto, así como minas no dirigidas.
Las autoridades ucranianas han identificado principalmente minas direccionales de tipo soviético MON-50, MON-90, MON-100 y MON-200. Se ha difundido un mapa de la central nuclear que muestra los posibles emplazamientos de las minas, aumentando así la preocupación en la ciudad de Zaporizhzhia y sus alrededores.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, ha reiterado su llamado a la comunidad internacional para que intervenga y aborde esta situación crítica. El temor a un posible sabotaje en la planta nuclear ha llevado a las autoridades y residentes de Zaporizhzhia a prepararse para lo peor, recordando el desastre de Chernobyl que afectó al país en 1986.
Aunque las tensiones han disminuido gracias a los esfuerzos diplomáticos y militares, se mantiene la preocupación en Zaporizhzhia, una ciudad con una población de aproximadamente 750,000 personas que se encuentra a solo 50 kilómetros de la planta nuclear. Se han realizado simulacros de evacuación masiva en la zona para estar preparados en caso de una fuga de radiación.
La comunidad internacional, incluyendo organizaciones como el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), es llamada a tomar en serio esta situación y brindar apoyo técnico y asistencia para garantizar la seguridad de la población y prevenir cualquier peligro inminente.
A medida que la situación continúa desarrollándose, se espera que las autoridades involucradas trabajen en conjunto para resolver este problema de manera segura y evitar cualquier amenaza a la integridad de la central nuclear y a la vida de las personas en la región.
