La deforestación en la Amazonia colombiana ha aumentado alarmantemente, coincidiendo con la crisis en las negociaciones con las disidencias de las FARC. La ministra de Medio Ambiente advierte sobre un «pico histórico» de pérdida de bosques.
En el primer trimestre, la deforestación en la región amazónica aumentó un 41%, revirtiendo los logros de 2023. El fenómeno se agrava por la presión de las disidencias, que incluye asesinatos y amenazas a indígenas y campesinos.
El ministro de Medio Ambiente denuncia la «presión psicológica miserable» de los grupos armados sobre las comunidades. A pesar de los obstáculos, el Gobierno y las comunidades afectadas se mantienen unidos en la lucha contra la deforestación.
La conservación de la Amazonia es fundamental para la regulación climática y el abastecimiento de agua en Colombia. Los esfuerzos para combatir la deforestación están vinculados a la búsqueda de la paz total con los grupos armados y la implementación de acuerdos verdes.
La desaparición de las FARC ha dado lugar a un aumento de la deforestación, impulsada por la ganadería, la minería ilegal y la coca. El conflicto con las disidencias dificulta la protección de los ecosistemas en Colombia, que siguen bajo asedio constante.
Las fracturas en el Estado Mayor Central dificultan las negociaciones para detener la deforestación en la Amazonia. El presidente Petro llama a no jugar con la paz e insta a abordar de manera decisiva la presión de los grupos armados en la región.
