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Petroperú busca ayuda del gobierno para salvar su negocio

El petróleo es venerado en América Latina. La materia prima ha marcado la vida política, económica y social de la región en el último siglo. Para los países que lo encontraron en su subsuelo significó una fuente de riqueza casi inagotable. Pero también fue una de las causas que provocaron algunas de las mayores desgracias financieras en la región. El Perú está en esta posición. Su principal empresa, Petroperú, ha acumulado una deuda insostenible, tras años de mala gestión, y ha solicitado un millonario rescate al Gobierno de Dina Boluarte.

“La empresa enfrenta un problema de sostenibilidad financiera en el corto y mediano plazo”, dice Adriana Eraso, directora de Corporaciones Latinoamericanas de Fitch Ratings. En enero, Pedro Chira, todavía presidente de la empresa, alzó la voz pidiendo ayuda: la empresa necesita alrededor de 2.500 millones de dólares a corto plazo para aliviar su deuda, que asciende a casi 6 mil millones de dólares. El Gobierno se negó a conceder nuevos apoyos financieros a la empresa, que acumuló una serie de indicadores negativos.

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“La situación es sumamente crítica”, advierte Carlos Oliva, presidente del Consejo Fiscal del Perú. La empresa ha necesitado ser rescatada hasta en cuatro ocasiones en el pasado. En el primer semestre de 2022, Petroperú perdió la confianza de sus acreedores y del financiero en general, lo que llevó a una rebaja en su calificación de solvencia. La confianza en los mercados es crucial para Petroperú, que depende en gran medida de los créditos para sus operaciones diarias.

Las dificultades para acceder al crédito se suman a la difícil puesta en marcha de la refinería de Talara, un proyecto ambicioso y costoso. La empresa ha debido importar combustible debido a los problemas en la refinería, lo que ha aumentado sus gastos. Petroperú espera mantener una deuda constante en los próximos años, a menos que reciba ayuda estatal. Fitch Ratings proyecta que la empresa necesitará nuevo capital para mantener sus operaciones.

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En medio de estas turbulencias, el Gobierno reformuló el equipo directivo de Petroperú y le ofreció una garantía de préstamo de hasta 800 millones de dólares. La empresa espera que la refinería de Talara comience operaciones comerciales y financieramente viables para mejorar su situación. Fitch Ratings volvió a bajar la calificación de la empresa tras conocer la negativa del Gobierno a conceder nuevos apoyos financieros. La situación financiera de Petroperú continúa siendo delicada y requiere de intervención estatal para mantener sus operaciones.

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