McCarthy asegura que la decisión de iniciar la investigación no se tomó a la ligera y que se basará en las pruebas encontradas. Desde que los republicanos obtuvieron el control de la Cámara el año pasado, han estado centrados en los negocios internacionales de Hunter Biden, hijo del presidente, quien ha obtenido beneficios sustanciales a través de acuerdos comerciales en Ucrania y China.
Aunque algunos miembros del partido de McCarthy consideran que es prematuro iniciar el juicio político debido a la falta de pruebas que vinculen al presidente con la corrupción o las actividades comerciales de su hijo.
La Casa Blanca ha rechazado esta presión para el juicio político, considerándola como una estrategia política. El portavoz Ian Sams declaró que «McCarthy no debería sucumbir ante los miembros de extrema derecha que amenazan con cerrar el gobierno a menos que se presente un juicio político infundado y sin pruebas contra el presidente Biden».
Es importante destacar que esta presión para el juicio político ocurre mientras el expresidente Donald Trump enfrenta cargos más graves en los tribunales. Trump ha sido acusado en varias ocasiones este año, incluyendo el intento de anular las elecciones de 2020 que Biden ganó. Además, también ha sido acusado de presionar a Ucrania para perjudicar a Joe Biden a cambio de ayuda militar de Estados Unidos.