Panamá sufre dificultades económicas tras cierre de mina de cobre y aumento del gasto público durante la pandemia de Covid-19. Fitch Ratings rebajó la calificación de sus bonos soberanos debido a desafíos fiscales y de gobernanza por eventos relacionados con el cierre de la mina.
La mina más grande del país, operada por la empresa minera canadiense First Quantum Minerals, fue cerrada después de protestas populares contra una extensión de contrato. Este cierre complicará las perspectivas fiscales y resalta los desafíos de gobernanza en la nación.
El informe de Fitch destaca que los déficits fiscales y el débil desempeño de los ingresos han llevado a aumentos en deuda pública/PIB e intereses/ingresos. La calificación oficial de inversión de Panamá es considerada baja por los mercados y esto puede aumentar las tasas de interés.
El impacto del cierre de la mina representará una pérdida significativa en el crecimiento económico, afectando al PIB y los ingresos externos. Este hecho también privará al gobierno de regalías y aumentará la amenaza de arbitraje costoso, mientras se acercan las elecciones presidenciales en mayo.
La incertidumbre sobre la reapertura de la mina persiste, ya que las condiciones legales y el sentimiento popular pueden dificultar su reinicio. Panamá enfrenta también la crisis en el Canal de Panamá debido a la sequía, que ha obligado a limitar el tráfico de barcos y resultará en pérdidas significativas de ingresos en los próximos años.
La Autoridad del Canal estima que las pérdidas de ingresos debido a la crisis de sequía podrían ascender a cientos de millones de dólares en los próximos años. La situación económica se ve agravada por la situación en el canal, que es vital para el comercio mundial.
El país enfrenta un panorama complicado, con desafíos fiscales, de gobernanza y económicos que requieren medidas urgentes por parte de las autoridades. La nueva administración que surja de las próximas elecciones deberá hacer frente a una crisis múltiple que amenaza la estabilidad económica de Panamá.
En medio de estas dificultades, Panamá busca restaurar su posición en los mercados financieros internacionales y recuperar la confianza de los inversionistas. Las decisiones futuras de política económica serán clave para superar los obstáculos actuales y encaminar al país hacia la recuperación y el crecimiento sostenible.
