Taipéi
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China inició tres días de ejercicios militares en Taiwán después de que el presidente de la isla se reuniera con el presidente de Estados Unidos desafiando las reiteradas amenazas de Beijing.
Los ejercicios, denominados «United Sharp Sword», fueron denunciados por Taiwán. China ve a Taiwán como su propio territorio y no ha descartado usar la fuerza para ponerlo bajo su control.
El Comando del Teatro del Este del ejército chino anunció los ejercicios el sábado, describiéndolos como «una advertencia seria contra la colusión de las fuerzas separatistas de Taiwán con fuerzas externas y un movimiento necesario para defender la soberanía nacional y la integridad territorial».
“El grupo de trabajo organizó simultáneamente patrullas alrededor de la isla para crear un cerco general y una situación de disuasión”, dijo el Comando del Teatro del Este.
Un total de 71 aviones de combate chinos cruzaron el estrecho de Taiwán el sábado. con 45 ingresando a la zona de identificación de defensa aérea de Taiwán, dijo el Ministerio de Defensa de Taiwán en un comunicado.
También se detectaron nueve barcos del Ejército Popular de Liberación de China (EPL).
Los simulacros se produjeron un día después de que la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, regresara de una visita de 10 días a Centroamérica y Estados Unidos, donde se reunió con el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy.
Beijing ha advertido en repetidas ocasiones contra el viaje y ha amenazado previamente con tomar «medidas enérgicas y decididas» si se lleva a cabo.
China reclama la democracia autónoma de Taiwán, a pesar de que nunca la ha gobernado, y lleva décadas tratando de aislarla diplomáticamente.
Las incursiones de aviones de combate chinos en la zona de identificación de defensa aérea de Taiwán, una zona de amortiguamiento autodeclarada más allá de su espacio aéreo territorial, ocurren casi a diario.
El Ministerio de Defensa de Taiwán dijo el sábado que estaba monitoreando de cerca la situación y que haría todo lo posible para defender la seguridad y soberanía nacional.
“El Ejército Popular de Liberación está creando tensiones deliberadamente en el Estrecho de Taiwán. Además de socavar la paz y la estabilidad, también crea un impacto negativo en la seguridad y el desarrollo regional”, dijo el ministerio.
El ministerio había dicho más temprano el sábado que respondería a los simulacros de manera tranquila, racional y seria, y que no intentaría escalar el conflicto.
China reaccionó de manera similar cuando la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Nancy Pelosi, visitó Taiwán en agosto y lanzó una serie de ejercicios militares que rodearon la isla y dispararon misiles contra ella.
Estos ejercicios fueron la primera vez que China disparó misiles sobre la isla, y muchos expertos los vieron como una gran escalada de la intimidación militar de China contra Taiwán.
Algunos de esos misiles también aterrizaron en la Zona Económica Exclusiva de Japón cerca de las islas japonesas al norte de Taiwán, un movimiento que aumentó las tensiones entre Beijing y Tokio.
Los ejercicios de agosto también involucraron a docenas de aviones de combate chinos que cruzaron la zona de identificación de defensa aérea de Taiwán, así como a buques de guerra de la Armada del EPL que maniobraron en las aguas alrededor de Taiwán.
Las autoridades taiwanesas esperaban una reacción menos severa a la reunión de Tsai con McCarthy porque tuvo lugar en suelo estadounidense.
Para evitar provocar a Beijing y desencadenar otra crisis militar, los funcionarios estadounidenses y taiwaneses han tratado de retratar la visita de Tsai como nada fuera de lo común, citando muchos precedentes de que un líder taiwanés transite por Estados Unidos.
Pero el significado político del encuentro de Tsai con McCarthy es innegable. Fue la audiencia de más alto nivel que ha recibido un presidente taiwanés en funciones en territorio estadounidense, con un segundo oficial en la línea de la presidencia después del vicepresidente.
Su reunión en la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan destacó el fortalecimiento de los lazos entre Taipei y Washington, aunque siguen siendo de naturaleza no oficial. Estados Unidos retiró su reconocimiento diplomático de Taiwán en 1979, lo que significa que no lo reconoce oficialmente como país. Sin embargo, apoya la capacidad de Taiwán para defenderse vendiendo armas a Taipei.
Tras la reunión de este miércoles entre Tsai y McCarthy, el presidente de la Cámara estadounidense dijo que su país debe seguir aumentando su apoyo a Taiwán.
“Debemos continuar vendiendo armas a Taiwán y asegurarnos de que estas ventas lleguen a Taiwán a tiempo. También debemos fortalecer nuestra cooperación económica, especialmente con el comercio y la tecnología”, tuiteó.
