Las investigaciones contra Jair Bolsonaro, expresidente de Brasil entre 2019 y 2022, avanzan con nuevas acusaciones de trama golpista y falsificación de cartillas de vacunación. La Policía Federal pide formalmente su imputación por este delito.
Tras perder el poder hace 15 meses, la extrema derecha enfrenta múltiples investigaciones y acusaciones, incluyendo propuestas de intervención militar y apropiación fraudulenta de joyas. Bolsonaro se defiende afirmando que nunca ha sido vacunado, aunque está registrado como inmunizado.
El caso de la falsificación de registros de vacunación es el más reciente, y la Fiscalía General del Estado decidirá si hay pruebas suficientes para imputar al expresidente por asociación delictuosa y datos falsos en el sistema de salud.
Durante la pandemia, Bolsonaro destacó por su negacionismo antivacunas y minimizó la gravedad del virus. Más de 700.000 brasileños murieron mientras él desinformaba y rechazaba la vacunación. Su negativa lo llevó a conspirar para falsificar su certificado de vacunación antes de viajar a Estados Unidos.
El expresidente Bolsonaro sigue firme en su postura negacionista y se defiende de las acusaciones afirmando que «no me han vacunado». La investigación en su contra sigue adelante y ha revelado una red de falsificación que involucra a personas de su entorno cercano.
Las acusaciones contra Bolsonaro incluyen asociación delictuosa y datos falsos en registros de vacunación. La extrema derecha brasileña enfrenta un momento crítico de investigación y escrutinio público por sus acciones durante y después de su mandato.
La situación legal del exmandatario se complica con cada nueva revelación y acusación en su contra. La presión de la opinión pública y las autoridades judiciales aumenta a medida que se descubren más detalles sobre sus presuntas acciones fraudulentas.
Las investigaciones continúan y se espera que en los próximos días se revelen más pruebas y testimonios que puedan comprometer aún más la situación legal de Jair Bolsonaro. La justicia brasileña deberá determinar si las acusaciones tienen fundamento y proceder con un posible enjuiciamiento del expresidente.
