Adolfo Mexiac, el artista latinoamericano de la resistencia campesina.
El reconocido artista mexicano Adolfo Mexiac, originario de Cuto de la Esperanza, Michoacán, es el responsable de una de las imágenes más emblemáticas en manifestaciones sociales a nivel mundial. Se trata de una linografía icónica que muestra a un joven indígena con la boca sellada por un candado.
La obra, titulada «Libertad de expresión», data de 1954 y representa la denuncia de la intervención de Estados Unidos en Guatemala, culminando en un golpe de Estado contra el presidente Jacobo Arbenz. La imagen tiene inscrito en el candado las palabras ‘Made in USA’, evidenciando la implicación de Washington en la situación.
Actualmente, una retrospectiva del artista mexicano se exhibe en el Museo Nacional de Arte (MUNAL) de Ciudad de México. La exposición, denominada «Legado de libertad», muestra 126 piezas donadas por su esposa, Patricia Salas Velasco, que abarcan diferentes temas y etapas de la carrera del artista.
Una sección de la exposición se centra en obras inspiradas en la vida rural y los campesinos mexicanos, mientras que otra destaca la naturaleza y la ciudad. Además, se incluyen piezas creadas tras el terremoto devastador de 1985 en la Ciudad de México, las cuales fueron vendidas para recaudar fondos para las víctimas.
Destacado integrante del Taller de Gráfica Popular en la década de 1950, Mexiac también exploró técnicas de grabado durante su formación. Su compromiso con la denuncia de las desigualdades sociales se refleja en sus obras, que abordan temas sensibles como la represión estudiantil y el apoyo a los movimientos sociales.
A pesar de su postura crítica, el artista logró trabajar sin represalias. Su legado se mantiene como un testimonio de su lucha contra la injusticia y su compromiso con los derechos de los campesinos e indígenas. Su obra sigue resonando en la actualidad, siendo reinterpretada y resignificada en contextos políticos contemporáneos.
Mixiac, a través de su arte, logró plasmar un mensaje de transformación social y crítica hacia el Estado. Su trayectoria artística refleja su origen en el campo, marcado por las desigualdades sociales. Su obra persiste como un recordatorio de la importancia de la libertad de expresión y la lucha contra la opresión en la sociedad.
