Según el Programa Nacional contra el SIDA (PRONASIDA), las personas con VIH tienen un mayor riesgo de sufrir complicaciones pulmonares, hospitalización y fallecimiento por influenza. Asimismo, tienen más probabilidades de desarrollar cuadros graves de COVID-19. Por lo tanto, se recomienda recibir la vacuna antigripal y antiCOVID-19 de forma anual para prevenir estas complicaciones.
La vacuna no solo protege a las personas con VIH, sino que también contribuye a reducir la propagación de ambas enfermedades en la comunidad. Por ello, el PRONASIDA hace un llamado a la población para que se vacune y así fortalecer la respuesta ante la influenza y el COVID-19.
Desde el programa se enfatiza la importancia de la vacunación como una medida preventiva clave para evitar complicaciones graves de salud en las personas con VIH. La vacuna no solo protege a la persona vacunada, sino que también ayuda a proteger a quienes la rodean, especialmente a aquellos que tienen un sistema inmunológico comprometido.
La iniciativa forma parte de las estrategias implementadas por el PRONASIDA para promover la salud y el bienestar de las personas con VIH. Se busca garantizar que tengan acceso a las vacunas necesarias para prevenir enfermedades que podrían afectar su salud de manera significativa.
La campaña «Vacunarse es poder» tiene como objetivo concientizar a la población sobre la importancia de la vacunación en la prevención de enfermedades y la promoción de la salud. Se exhorta a las personas, en especial a aquellas con VIH, a mantenerse al día con sus vacunas para protegerse a sí mismos y a los demás.
En este sentido, se destaca la importancia de seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias y de acudir a los centros de vacunación correspondientes para recibir las dosis necesarias. La vacunación anual es una medida efectiva para prevenir complicaciones y preservar la salud en tiempos de pandemia y epidemias estacionales.
No mientan más, eso afecta más de lo que ayuda (porque no ayuda para nada)