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Sepa Lo que Revelan las Letrinas Colectivas sobre la Cultura Romana

Los romanos tenían una relación peculiar con el acto de defecar. No era un asunto puramente privado, sino que se convertía en una actividad social. Charlas, comentarios e incluso una esponja en un palo para limpiarse eran parte del ritual, aunque hoy nos parezca poco higiénico.

La historiadora Mary Beard nos recuerda que para entender la cultura romana, hay que observar sus baños. Sentada en unas letrinas casi intactas de Ostia Antica, Beard nos transporta a la antigua Roma, donde la sociedad compartía sus momentos en el váter.

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En el centro de Roma, se documentan 144 letrinas en una antigua guía, aunque el número de asientos en cada una sigue siendo un misterio.

La historiadora nos plantea preguntas intrigantes sobre las letrinas públicas: ¿eran mixtas? ¿Para qué servían las pequeñas canalizaciones al pie de los retretes? ¿El segundo agujero era solo para la esponja en el palo? Beard nos dice que no importa, que así es como debemos imaginar la antigua ciudad: todos defecando simultáneamente, charlando como si nada.

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Otro historiador, Andrew Wallace-Hadrill, investigó minuciosamente los restos de heces en Herculano, una ciudad destruida por el Vesubio en el año 79. En medio de la «caca fosilizada», descubrió objetos perdidos y detalles sobre la dieta de la época, que incluía pollo, cordero, pescado, higos, hinojo, aceitunas, erizos de mar y moluscos. Esta dieta, como señaló Wallace-Hadrill, era común entre la gente corriente del pueblo romano.

A través de esta peculiar perspectiva en la vida cotidiana de la Roma antigua, podemos entender mejor la cultura y las costumbres de esta civilización que sigue fascinándonos hasta el día de hoy. 🏛️🧐

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