En la reunión con los representantes del Consejo Nacional de Educación Superior (CONES) convocada por la presidenta de la comisión de cultura, educación, ciencia, tecnología y deportes, senadora Blanca Ovelar se dejaron entrever serias falencias en las ideas sobre educación superior en el Paraguay.
La reunión fue convocada a raíz del pedido de informe por la situación de los alumnos de la Universidad María Serrana, hecha por la embajada de la Republica Federativa del Brasil en Asunción, de la reunión informativa participaron los representantes del Consejo Nacional de Educación Superior.
La exministra de la cartera de educación hasta 2007, Senadora Blanca Ovelar presidió la reunión informativa, el Doctor Mariano Adolfo Pacher Morel fue quien presentó los informes conclusivos en relación a la solicitud de la embajada del vecino país, la gran desatinada de los senadores.
Durante la reunión informativa se dejó entrever el poco conocimiento que tienen los parlamentarios que integran la comisión de cultura, ciencia, tecnología y deportes a respectos de universidades que funcionan en el territorio paraguayo.
El senador Enrique Riera, quien también ya ocupó la cartera de educación, citó entre otras cosas que las universidades públicas como la Universidad Nacional de Asunción y la Universidad Católica, cuentan actualmente juntos con menos de 500 alumnos siguiendo la carrera de medicina, siendo que en las universidades privadas estudian 30 mil alumnos, situación ponderada y criticada por la senadora Blanca Ovelar.
Estos parlamentarios y miembros respectivamente de la comisión citada, no tienen conocimiento de que la educación de un pueblo se refleja en los profesionales que cuenta y que mientras otros países que no rodean aplican un alto porcentaje del PIB a la educación, mientras que en Paraguay se aplica menos del 5 %, muy por debajo de lo estipulado por la Naciones Unidas que es del 7 %.
Las universidades privadas en el Paraguay contribuyen de manera muy importante a cambiar la cara del país, considerando que hoy es referencia en la formación de profesionales médicos y otras áreas de la carrera universitaria. El Paraguay considerada importante ruta del narcotráfico y trafico de armas, aspecto este que quedando al olvido, de hecho es necesario un nueva política migratoria y de entrada al país a los ciudadanos extranjeros que desean estudiar una carrera profesional en Paraguay.
El inmenso potencial que tiene el Paraguay de convertirse en un país universitario depende a que sus autoridades y políticos cambien de visión e ideas sobre la formación de profesionales específicamente en el área de la salud, donde se reporta a diario falencias en las atenciones y cuidado de la salud de la población. Muy desacertada la afirmación del doctor Mariano A. Pacher Morel de que el país ya no soporta la cantidad de médicos que tiene el país, sin embargo, a cada hora se reporta fallecimiento de personas por falta de atención médica por que no hay profesionales para cubrir los turnos en todos los centros asistenciales a lo largo y a lo ancho de este país. Una idea arcaica marcada de egoísmo, egocentrismo y actitud de poco humanista del que es director de la Universidad Nacional de Canindeyú. Quienes afirman que las universidades privadas de Paraguay no aportan mucho al fisco como el senador Enrique Riera y la senadora Blanca Ovelar tendrían que observar las asistencias que ofrecen las distintas universidades con sus programas de extensión universitarias, con atenciones medicas y entregas de medicamentos ayudando a paliar la caótica situación de la salud en todo el Paraguay, deber que debería estar cumpliendo el estado.
Las universidades privadas han sacado al Paraguay el mote de ser el país del trafico de drogas y armas y sin visión de soluciones y convierte hoy al país como el mas requisitado para la formación de excelentes profesionales médicos, contribuye a la creación de fuentes de trabajos y así como manifestó la senadora Blanca Ovelar en la reunión de la Comisión que preside y el CONES, el Paraguay se lava la cara con las universidades privadas, que, hoy día es el orgullo de todos ser habitantes de una nación universitaria.
Cabe a los organismos del estado una fiscalización seria y responsable con menos burocracia y mayor agilidad en la habilitación de universidades y cierre definitiva de aquellas que no cumplen con los requisitos y las formalidades, que, debe ser exigencias indeclinables de la carrera de medicina.
Es necesario y de fundamental importancia, además, para mayor seriedad que los miembros del Consejo Nacional de Educación Superior sean electos por representantes del Congreso Nacional y no ser electos por un estamento que solamente representa intereses mezquinos, sin participación de quienes realmente son los interesados en la transformación de la educación paraguaya. De hecho hoy día las autoridades del CONES se elije por grupo muy reducido y sin más participación, inclusive con mandato fenecido y ampliado gracias a amparo judicial, esta situación demuestra los intereses difusos de la actual directiva del CONES.
La cuenta pendiente de la formalización de las universidades que ofrecen principalmente carrera de medicina es de los organismos del estado paraguayo y los miembros del congreso nacional para convertirnos en un país universitario, donde las armas se cambiaron por las lapiceras y las malas ideas por conocimientos y espíritu humanista.
