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En primer lugar, el criminólogo Juan Martens manifestó que Asunción es “más grande y más anónima”, en donde “la gente no te reconoce fácilmente”. Señaló que en la zona de la frontera, la Policía Nacional “tiene un control mucho más cercano de estas personas” y que en la capital del país la gente pasa más desapercibida.

“Él se paseaba tranquilamente, es llamativo que él no tenía su pistola, en cualquier ciudad de frontera la gente siempre anda con arma de fuego; sin embargo, en Asunción hay una posibilidad que viva como una persona más. Él estaba viviendo en Asunción, era su PC, por eso llegaron muy rápido después de su muerte su hermano y su cuñado, estaba con su familia”, expresó el especialista en conversación con Última Hora.

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Aseguró que la capital del país ofrece infraestructura logística para sus negocios, tiene todo el sistema portuario y también hay todo un sistema para el lavado de dinero.

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Martens expresó su preocupación por el trabajo institucional policial, que muestra cuán frágil es el sistema de seguridad de inteligencia y también la instalación del crimen organizado en Asunción.

Al respecto, dijo que todas las intervenciones en la frontera produjeron la migración a Asunción y que las grandes cargas de cocaína que cayeron en Europa salieron desde la capital del país.

“En un supermercado, en un shopping, nos codeamos con gente de la delincuencia organizada, en distintos espacios sabemos quiénes están vinculados a negocios ilícitos, debemos romper esta tolerancia social que hay porque, de lo contrario, esto va a seguir. Como el Estado no le da una batalla, seamos nosotros en romperlo con repudio al crimen organizado”, agregó.

Victoria del Primer Comando Capital (PCC)

En segundo lugar, Juan Martens explicó que la muerte de Ryguasu implica la victoria del grupo criminal autodenominado Primer Comando Capital (PCC), vinculado a un conocido político de la zona norte del país, cuya identidad evitó brindar.

Indicó que “hay una disputa hace bastante tiempo” y que hay un político vinculado al PCC que está en carrera política y con “mucha presión institucional”. El presunto líder del PCC era uno de los grandes “objetivos” de los narcopolíticos de frontera.

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“Ryguasu era un objetivo del Estado, atraía presencia del Estado, se hacían allanamientos (en Pedro Juan Caballero); entonces, eso ya les molestaba y perjudica los negocios porque hay demasiada presión del Brasil y eso perjudica, quiebra el esquema. Con esto se fortalece el sector haciendo su negocio, Ryguasu ya era un problema”, agregó.

Así también, mencionó que como todo “patrón narco”, Ryguasu se movía en una camioneta que estaba blindada, entonces tuvieron que “hacerlo viajar en público, mientras caminaba”. Refirió que es probable que haya comprado y “equipado” la camioneta en efectivo.

Fracaso de los sistemas de inteligencia y seguridad

Como tercer punto, el especialista en Criminología manifestó que este nuevo sicariato implica el fracaso de los sistemas de inteligencia y seguridad del país. Resaltó que Ryguasu no tenía antecedentes, es decir, el Ministerio Público y la Policía Nacional no le abrieron expediente ni le investigaron y que fueron los narcos quienes resolvieron su problema de la manera que saben: violencia y sicariato.

“No puede ser que, si hace rato era el objetivo del Gobierno, él se pasee por Asunción. Nosotros tenemos un sistema de inteligencia, muchas veces las informaciones se pasan a los grandes jefes y ahí muere, lo cual demuestra en primer lugar que están al servicio del crimen organizado y hacen la vista gorda, y, en segundo lugar, el fracaso por inutilidad”, dijo.

El abogado explicó que muchos comisarios y jefes policiales viven por encima de sus capacidades económicas, ya que un jefe gana G. 7 a 8 millones, lo que sería un salario promedio; sin embargo, tienen casas con piscina y lujosos vehículos.

La tercera era la vencida

El abogado manifestó que Ryguasu era uno de los líderes del PCC, que tenía mucho liderazgo y varios temas a cargo. Comentó que “en la tercera fue la vencida” y, en ese sentido, recordó que Salinas Benítez ya fue objetivo de dos atentados anteriormente, en donde lo intentaron asesinar.

Uno de ellos sucedió el 30 de enero de 2022, en el Festival Ja’umina, realizado en el anfiteatro José Asunción Flores, en San Bernardino, en el cual fallecieron el presunto narcotraficante Marcos Rojas Mora y la modelo e influencer Cristina Vita Aranda, quien resultó una víctima colateral.

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En marzo de ese mismo año, la casa del supuesto jefe narco, ubicada en Pedro Juan Caballero, Departamento de Amambay, fue atacada a tiros por al menos 15 sicarios. En esa ocasión, los atacantes ingresaron a la vivienda rociando de disparos con armas de grueso calibre e intentaron asaltar el búnker en el que se escondió.

Según fuentes policiales, esa vez Ryguasu relató que escuchó los disparos en la planta baja de su casa, donde los atacantes llegaron hasta la residencia a bordo de varias camionetas. El intenso tiroteo se prolongó dentro y fuera de la vivienda, entre el dueño de casa y los desconocidos. Estos últimos huyeron del lugar ante la llegada de varias unidades policiales.

Detalles del asesinato

El comisario Javier Flores, jefe del Departamento de Investigaciones de Central, informó a Telefuturo que aparentemente Ryguasu estaba viviendo en Asunción desde hace meses, presumiblemente evadiendo ya las circunstancias violentas que tenía en la capital del Amambay.

Presume que circunstancialmente se encontraba este sábado con su pareja en el estacionamiento del supermercado Mundi Mark, ubicado en la avenida España y Pitiantuta, del barrio Las Mercedes de Asunción, cuando fue atacado por dos sicarios.

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Dijo que tiene varios equipos tratando de localizar el vehículo utilizado, que sería un automóvil de la marca Toyota, modelo IST, de color blanco.

En una cámara de circuito cerrado quedó registrado el momento en el cual la víctima se corría de los dos atacantes, luego cae al suelo, cuando los dos desconocidos realizaron varios disparos contra su humanidad.


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