El multimillonario Elon Musk recomendó invertir en Argentina el martes. Las acciones argentinas en Wall Street se desplomaron hasta un 9% tras su declaración. La segunda huelga general organizada por sindicatos en contra del gobierno de Javier Milei, sumada a la incertidumbre en torno al proyecto de ley de demolición estatal, aumentan la tensión en el país.
El Ejecutivo propuso una reestructuración forzosa de la deuda, con un recorte del 50%, a empresas energéticas. La medida fue rechazada en su mayoría y algunas empresas han advertido posibles acciones legales. La situación se complicó con la retención de pagos a empresas que se opongan.
El conflicto se originó en diciembre, acumulando el Estado argentino una deuda de 1.200 millones de dólares con generadoras eléctricas a través de Cammesa. La resolución publicada ofrece un bono en dólares a quienes acepten, pero retiene el pago a los que se oponen.
La asociación de productores de energía y la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos rechazan la medida, que consideran afecta la seguridad jurídica y vulnera los derechos de propiedad privada. Empresas como Pampa Energía y YPF han manifestado su oposición.
El Gobierno defiende su postura, afirmando que ha mejorado las condiciones de financiación y los ingresos de futuro del sector. Empresas extranjeras ven la medida como perjudicial para la credibilidad del país y las futuras inversiones. Economistas prevén que más empresas aceptarán la propuesta gubernamental conforme se acerque el plazo límite de cinco días para la firma.
YPF fue una de las primeras en aceptar el bono, seguida por otras empresas. La deuda de Cammesa contribuyó al superávit financiero de Milei en el primer trimestre del año, pero las consecuencias del impago se agravan con el tiempo. La incertidumbre y el conflicto persisten en Argentina, generando tensiones en el sector energético y económico del país.
