La lucha de México por justicia ante la industria armamentista
La Corte Suprema de EE.UU. decidirá si México puede demandar a empresas armamentísticas, en un caso que podría cambiar las reglas en el tema de armas en Estados Unidos. El gobierno mexicano busca responsabilizar a empresas como Glock, Barrett, Colt y Smith & Wesson por la crisis de violencia homicida en el país. Este caso, que ha llegado a la más alta instancia legal en EE.UU., ha abierto un nuevo debate sobre la industria de las armas en medio de una campaña electoral en el país vecino.
El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador demandó a 11 empresas armamentísticas en agosto de 2021, exigiendo compensaciones por prácticas comerciales negligentes. La relación bilateral EE.UU.-México ha estado marcada por la presión estadounidense para controlar la inmigración y combatir el narcotráfico. México busca demostrar que está dispuesto a seguir las reglas estadounidenses al llevar el caso a tribunal en Massachusetts, desafiando la normativa que protege a las empresas de reclamos legales.
El proceso legal de México contra la industria armamentística ha tenido vaivenes en los tribunales estadounidenses. Tras enfrentar reveses y decisiones adversas, el caso ha llegado a la Corte Suprema de EE.UU. para decidir si procederá a juicio o será desestimado. México ha llevado la batalla no solo al ámbito legal, sino también diplomático, planteando el tema en la ONU y buscando apoyo internacional.
Especialistas señalan que la decisión de la Corte Suprema puede tener grandes implicaciones para la industria armamentística y casos futuros. La controversia en torno a este caso se suma al panorama político en EE.UU., donde el tema del control de armas ha sido descuidado en campañas electorales. México ha sido cuidadoso en desligar la batalla legal de la política interna de EE.UU., enfocándose en el combate al tráfico ilegal de armas.
El proceso legal contra las empresas armamentísticas en EE.UU. continúa en manos de la Corte Suprema, donde se espera una decisión que sentará precedentes en el ámbito de las demandas contra la industria de las armas. La lucha de México por responsabilizar a estas empresas ha sido constante y ahora está en una fase crucial con repercusiones globales.
