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El narcotraficante brasileño Jarvis Chimenes Pavão, conocido por ser uno de los mayores criminales instalados en Paraguay, ha vuelto a estar en el centro de atención debido al operativo Pavo Real, que tenía como objetivo desmantelar su estructura criminal en el país. Pero, ¿quién es este criminal?

Jarvis Chimenes Pavão, de nacionalidad brasileña pero con ciudadanía paraguaya, se hizo conocido en el mundo del crimen en 1994 cuando fue arrestado en Camboriú, Brasil, por el decomiso de 25 kilogramos de cocaína. Pavão contrató a los mejores abogados de la región para lograr su libertad.

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A partir del año 2000, las investigaciones comenzaron y los agentes federales brasileños reunieron pruebas que lo vinculaban con el tráfico de drogas y el lavado de dinero.

Sin embargo, Jarvis escapó hacia Paraguay y se estableció en Pedro Juan Caballero, desde donde operaba un gran tráfico de drogas mientras disfrutaba de lujos y comodidades.

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Según la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), este hombre sería clave en la entrada del grupo criminal Primer Comando Capital (PCC) a Paraguay, ya que se encargaba de negociar el envío de drogas a Brasil, estableciendo los primeros vínculos.

El barón de la droga

La Policía de Brasil descubrió que el barón de la droga había montado una empresa de exportación de cerveza en Pedro Juan Caballero, que utilizaba como fachada para enviar drogas a Colombia. Además, la empresa intercambiaba la mercancía por armas para las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Según las fuerzas de seguridad de Paraguay, existe una conexión entre las FARC y el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), ya que estarían protegiendo a narcotraficantes que operan en el norte del país. Las investigaciones de la Policía Federal de Brasil también vinculan a Pavão con este grupo criminal.

El exsenador Eduardo Petta afirmó en una conferencia de prensa en 2016 que el traslado de Jarvis Chimenes Pavão de la prisión de Tacumbú a la Agrupación Especializada, luego de encontrar explosivos en una de las paredes, podría estar relacionado con el EPP.

Por otro lado, la abogada de Pavão, Laura Casuso, afirmó que su cliente ayudaba económicamente a las fuerzas de seguridad paraguayas en la lucha contra este grupo criminal, aunque esta afirmación no fue confirmada ni negada por ninguna autoridad.

Según las investigaciones que llevaron a su primera condena, la organización de Jarvis se expandió a Bolivia y utilizaba su propio avión para hacer entregas en San Pablo (Brasil) y distribuir a pequeñas organizaciones criminales en el estado de Minas Gerais. La droga se adquiría en Amambay. Según sospechas de la Policía Federal de Brasil, el 80% de la droga llegaba a la zona de Balneario Camboriú e Itajaí.

Jarvis Chimenes Pavão fue condenado a 17 años y ocho meses de prisión por narcotráfico, sentencia dictada por el juez federal Odilon O Reis y confirmada por el Tribunal de Justicia de Santa Catarina. En Paraguay, fue condenado por lavado de dinero y en 2017 fue extraditado a Brasil, donde actualmente cumple su condena.

Alianza y captura

En 2009, a través de una alianza internacional entre Paraguay, Estados Unidos y Brasil, después de más de un año de trabajo de inteligencia y cambios en las instituciones antidrogas y de seguridad del Estado paraguayo, Jarvis Chimenes Pavão fue capturado en la estancia 4 Filhos, en Yby Yaú, Departamento de Concepción.

El operativo se caracterizó por su sorpresa. Alrededor de las 05:00, bajo una tormenta, se procedió a la captura de Pavão. Luego comenzó a cumplir su condena en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú.

Entre las comodidades que tenía en su estancia se encontraban una piscina climatizada, salas de juegos y gimnasio, cocina con muebles de mármol, equipos de karaoke al aire libre, quinchos con sofás de cuero importados, así como vehículos costosos y una avioneta.

Los medios brasileños mencionan a Chimenes Pavão como un traficante de drogas en Paraguay y proveedor de estupefacientes en la zona de Santa Catarina, Brasil.

Embajador narco

En 2014, una investigación periodística brasileña titulada «Los embajadores del Narcosul», realizada por la cadena Globo, reveló, según informes de inteligencia, que Pavão llevaba una vida de lujo dentro de la penitenciaría de Tacumbú.

Según otra publicación del segmento Extra de Globo, el capo narcotraficante pagaba a las autoridades penitenciarias de Tacumbú unos 300 dólares al día para disfrutar de privilegios.

El texto señalaba que la vida de Chimenes en la mayor cárcel del país era más un beneficio que un castigo por sus crímenes. Tenía una oficina de 20 metros cuadrados equipada con computadoras, impresora, televisor de pantalla plana y nevera, además de contar con guardias exclusivos en la puerta.

En aquella ocasión, el exdirector de Tacumbú, Artemio Vera, negó que Pavão tuviera algún privilegio y afirmó que estaba separado de la población común de la penitenciaría por razones de seguridad.

Escándalo en Tacumbú

El 25 de julio de 2016, se encontró un kilogramo de dinamita en gel, similar a la utilizada por el EPP en sus golpes, en una de las paredes de la prisión de Tacumbú. El artefacto estaba listo para ser detonado, e incluso intentaron prenderle fuego a la mecha, pero no explotó.

El explosivo pretendía ser utilizado para hacer un agujero en uno de los muros, específicamente en el Pabellón 3, conocido como Adventista, cerca de la celda de Pavão. Sin embargo, el fiscal Joel Cazal, encargado de la investigación, afirmó que era imposible que Jarvis fuera beneficiario de algún plan de fuga, ya que no tenía acceso al lugar.

Después del incidente, se ordenó el traslado del «barón de la droga», pero hubo actuaciones sospechosas que impidieron que abandonara Tacumbú. Como resultado, la ministra de Justicia, Carla Bacigalupo, fue destituida y Éver Martínez Fernández, hijo del ministro de Defensa, Diógenes Martínez, asumió como encargado de despacho.

El penthouse de Jarvis Pavão y sus obras

Después del traslado de Jarvis Chimenes a la Agrupación Especializada y el cambio de autoridades penitenciarias, se revelaron las comodidades y los privilegios que el recluso disfrutaba en Tacumbú.

La exposición de los beneficios de Pavão generó la reacción de su abogada, quien cuestionó no solo el traslado, sino también reveló una serie de obras y contribuciones que el recluso había realizado en la penitenciaría desde su ingreso en 2009.

Una cancha de fútbol, una capilla, una biblioteca, un comedor, salarios para cocineras, un pabellón para 120 personas, alimentos para 80 reclusos, baños y una nueva habitación para el director de la prisión son algunas de las obras que, según la abogada Casuso, su cliente había dejado en la cárcel.

Laura Casuso, quien fue asesinada por sicarios en noviembre de 2018 en Pedro Juan Caballero, comentó que su cliente no comía el mismo menú que los demás reclusos, sino que se alimentaba en restaurantes por razones de seguridad.

Todas las obras realizadas y la remodelación de su celda, que incluía paredes revestidas en piedra, muebles hechos a medida, un somier, un juego de sofás, un lujoso baño, aire acondicionado, televisión y equipo de audio, debían ser aprobadas por las autoridades penitenciarias, quienes negaban la existencia de tales privilegios.

Finalmente, por orden del entonces presidente de la República, Horacio Cartes, el Grupo Especial de Operaciones (GEO) trasladó a Jarvis Chimenes Pavão a la Agrupación Especializada. Su defensa apeló el traslado, pero no logró que se revocara.

Mediador ante el EPP

Familiares de Félix Urbieta visitaron a Jarvis Chimenes Pavão el lunes 21 de noviembre de 2016. El ganadero continúa en manos del autodenominado Ejército del Mariscal López, sin que se tengan mayores informaciones sobre su situación y paradero.

La familia se acercó a Pavão después de recibir pruebas de vida por parte de los captores de Félix Urbieta, quien fue secuestrado el 12 de octubre de ese año. Supuestamente, acudieron a la Agrupación Especializada para pedir un préstamo de 500.000 dólares para pagar el rescate.

Durante una entrevista concedida a Telefuturo, Pavão habló sobre su papel en la liberación de Arlan Fick (secuestrado por el EPP y luego liberado en 2014), su colaboración con el Ministerio del Interior proporcionando equipos de escucha y, finalmente, mencionó un supuesto plan de atentado contra el expresidente Horacio Cartes.

2017, año de homicidios

El año 2017 estuvo marcado por asesinatos de personas cercanas a Pavão.

En enero de 2017, la pareja de brasileños Paulo Jacques (41) y Millena Soares Bandeira (26) fueron asesinados por sicarios en Asunción minutos después de reunirse con Jarvis en la Agrupación Especializada.

Según datos de inteligencia, las víctimas eran personas de confianza del condenado.

En octubre de 2017, un ataque armado en el barrio residencial Madame Lynch, en Asunción, dejó como víctimas mortales a William Giménez Bernal (28), oriundo de Pedro Juan Caballero, y a su hijo Gabriel Giménez González (5). El hombre había visitado en cinco ocasiones a Jarvis Chimenes Pavão en la Agrupación.

Ronny Pavão (42), hermano de Jarvis, fue asesinado a tiros en la vía pública de Ponta Porá, Brasil, una zona fronteriza con Pedro Juan Caballero. Esto ocurrió el 14 de marzo de 2017.

Según versiones de conocidos de la víctima, Ronny se encargaba de administrar los bienes de la familia. La jueza Yolanda Morel no permitió que Jarvis Pavão asistiera al funeral de su hermano.

Extradición y condena en Brasil


El 28 de diciembre de 2017, Jarvis completó su condena en Paraguay, por lo que la jueza Lici Sánchez ordenó su extradición a Brasil por vía aérea.

Como último intento, la defensa presentó un recurso de hábeas corpus firmado por el juez Crescencio Ocampos, de Santaní, y se suspendió la extradición.

Esta medida tomó por sorpresa a las autoridades y provocó una auditoría en la oficina del juez. Curiosamente, el magistrado firmó la resolución y solicitó permiso por tres días antes de iniciar sus vacaciones.

Sin embargo, la jueza Lici Sánchez ratificó la orden de extradición a pesar del recurso de hábeas corpus presentado por el juez de Santaní.

El avión enviado por la República Federativa de Brasil para el traslado de Jarvis Chimenes Pavão despegó alrededor de las 8:30 del Grupo Aerotáctico el 28 de diciembre de 2017, más de una hora después de lo previsto inicialmente.

Finalmente, se logró su extradición después de las controversias surgidas en el ámbito judicial. Un fuerte dispositivo de seguridad acompañó todo el operativo, desde su traslado desde la Agrupación Especializada hasta el Grupo Aerotáctico.

Chimenes Pavão fue llevado a su país de origen, donde cumplió una condena de 17 años de cárcel por narcotráfico, lavado de dinero, asociación criminal y otros casos pendientes.

Extraoficialmente se mencionó que sería trasladado a una cárcel en el estado de Santa Catarina. Sin embargo, posteriormente se dijo que su destino final sería la penitenciaría de máxima seguridad en Rio Branco

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