Una intervención interinstitucional con allanamientos simultáneos en inquilinatos en la zona de la Estación de Buses de Asunción halló a un gran número de menores de edad, todos de pueblos originarios, en condiciones de grave vulnerabilidad y hay sospechas de explotación sexual, explicó el ministro de la Niñez y Adolescencia.
Uno de los recintos allanados fue el inquilinato conocido como “Pykasu”, que el ministro calificó de “un aguantadero con condiciones infrahumanas” de hacinamiento, desde donde adolescentes “salen a ser explotados” o son involucrados en el “consumo y el microtráfico” de drogas.
“Ni en las películas se ve lo que vimos”, dijo.
“Abordaje integral”
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