Cada 26 de marzo, se conmemora el Día Mundial de Prevención del Cáncer de Cuello Uterino para concientizar a las mujeres sobre la importancia de prevenir esta enfermedad. Este tipo de cáncer es prevenible y se origina a partir de células anormales en el cuello uterino que crecen de forma descontrolada.
El cáncer de cuello uterino tiene altas tasas de incidencia y mortalidad entre los cánceres ginecológicos. La prueba de Papanicolaou es fundamental para detectar lesiones precancerosas que podrían convertirse en cáncer cervicouterino. En Paraguay, el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social ofrece este estudio de manera gratuita y establece dos días libres para que las mujeres se realicen el Papanicolaou y la mamografía.
Además, la vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) forma parte del esquema regular y está destinada a niñas de 9 a 14 años. Esta vacuna es segura, confiable, efectiva y brinda inmunidad, siendo una herramienta fundamental en la prevención primaria de casos de cáncer cervicouterino.
En este contexto, se promueve la concienciación sobre la importancia de la prevención y detección temprana del cáncer de cuello uterino para reducir sus tasas de incidencia y mortalidad en la población femenina. La colaboración de las instituciones de salud y la participación activa de las mujeres en los programas de prevención son clave para combatir esta enfermedad.
El apoyo y difusión de estas medidas preventivas son esenciales para garantizar la salud y bienestar de las mujeres, promoviendo una conciencia colectiva sobre la importancia de la prevención del cáncer de cuello uterino. Juntos, es posible reducir el impacto de esta enfermedad y mejorar la calidad de vida de la población femenina.
