CIUDAD DEL ESTE. La víctima de feminicidio Mirta Isabel Cabrera (35) no podía acercarse a sus familiares por prohibición de su marido, César Ramón Benítez (30), quien también le controlaba el celular, según la fiscala Emilce Ovelar. El sindicado reveló haber cometido el crimen. Por otra parte, la agente del Ministerio Público informó que el 60% de las víctimas que presentan denuncia por violencia familiar en su unidad, posteriormente desisten del proceso contra sus agresores.
Intervino la fiscala de turno, Carolina Rosa Gadea, quien encabezó las diligencias investigativas de la desaparición. Luego, de que testigos contaran de que el marido de la mujer, César Ramón Benítez, era muy celoso y que incluso le prohibía acercarse a sus familiares, entre otros indicios de violencia, se comunicó a la fiscal Emilce Ovelar, titular de la Unidad Especializada en Violencia Familiar.
Finalmente el hombre terminó revelando que cometió el crimen, al matar a puñaladas a su pareja, Mirta Isabel Cabrera. Dos niños quedaron huérfanos.
Al respecto, la agente Ovelar en contacto con ABC Cardinal, detalló que correrán dos causas penales, una por violencia familiar, que es la que se encuentra a su cargo. La otra, eventualmente, sería por feminicidio. Sostuvo que antes de este episodio no recibió ninguna denuncia de este caso en su unidad.
“Con la investigación preliminar que ya hicimos, que fue la indagatoria y la declaración de la hermana (Doralicia Cubilla Cabrera), quien manifestó que existía violencia y que había un alejamiento de parte de ella (víctima) y que incluso su teléfono ya no contestaba”, dijo. Tras recabar elementos de sospecha, la fiscala imputó a la pareja de la mujer por violencia familiar.
En ese contexto, la agente del Ministerio Público reveló que el 60% de las mujeres que presentan denuncia en su unidad posteriormente desisten de continuar con el proceso contra sus agresores. Agregó que esto suele ocurrir en el transcurso de la audiencia, imputación o juicio oral.
“Y lo digo con pena porque nos faltan políticas públicas. Ellas están coaccionadas por sus propios familiares, por familiares del agresor o porque no tienen cómo mantener a sus hijos, entonces ellas mismas vienen y dicen yo le denuncié, pero era para asustarle nomás”, relató la fiscal.
Si bien explicó que las denuncias no se pueden retirar porque no puede haber conciliación en casos de violencia, se realiza un trabajo con la Dirección de Protección a las Víctimas de la Fiscalía en lo que respecta al apoyo psicológico. “Algunas son valientes y llegamos a condenas, algunas veces altas, otras no”, mencionó.
