Conflicto legal entre grupos latinos y estados por derecho al voto.
En las elecciones de este año, las leyes en Texas, Missouri y Arkansas dificultan la participación de los votantes latinos, generando demandas. Las restricciones a los asistentes que ayudan a votantes con discapacidades o idioma limitan el ejercicio del derecho al voto.
Las leyes estatales imponen barreras como limitar la cantidad de personas que un asistente puede ayudar, prohibir la asistencia durante el horario laboral y obligar a firmar juramentos intimidantes. El argumento es evitar el fraude electoral, según seguidores de Donald Trump.
La organización MALDEF presentó una demanda contra la Ley SB1 en Texas, que restringe la asistencia a votantes. Las disposiciones obligan a completar formularios y asumir riesgos legales, lo que intimida a posibles asistentes.
Los latinos, especialmente los que no dominan el inglés, son los más afectados por estas barreras. La ley también impide que los asistentes reciban remuneración por su ayuda, lo que impacta en organizaciones como LUPE que buscan ayudar a los latinos en el proceso electoral.
La ley de voto por correo en Texas también limita la participación. Los asistentes de LUPE temen infringir la ley al desconocer si hay una boleta en casa. La falta de información en español también dificulta la participación de la comunidad latina.
En Arkansas, la falta de información en español y el límite de asistentes por votante dificulta la asistencia a latinos. Organizaciones como Arkansas United tienen limitaciones para ayudar a votantes hispanohablantes.
El bloqueo de las leyes estatales impacta en la participación de latinos en las elecciones. La espera de decisiones judiciales afectará el proceso electoral en Texas, Missouri y Arkansas.
Las restricciones a la asistencia a votantes latinos generan preocupación en la comunidad. A pesar de no registrarse casos de fraude, las barreras persisten, lo que genera interrogantes sobre las verdaderas intenciones detrás de estas limitaciones.