Las bases fuertes se ionizan completamente en soluciones acuosas, como el hidróxido de sodio y de calcio. Por otro lado, los ácidos fuertes se disocian totalmente, como el ácido clorhídrico.
Las bases fuertes, como el hidróxido de sodio (NaOH), el hidróxido de potasio (KOH), el hidróxido de calcio (Ca(OH)2) y el hidróxido de bario (Ba(OH)2), son generalmente hidróxidos de metales alcalinos y alcalinotérreos. Estas sustancias tienen la capacidad de disociarse completamente en iones de hidróxido (OH–) y cationes en soluciones acuosas.
Por ejemplo, al disolverse el hidróxido de calcio (Ca(OH)2) en agua, se ioniza por completo para producir iones de calcio (Ca2+) e iones hidróxido (OH–). Las bases fuertes pueden neutralizar ácidos fuertes y cambiar el color del papel tornasol a azul.
En contraste, los ácidos fuertes, como el ácido clorhídrico (HCl), el ácido sulfúrico (H2SO4), el ácido nítrico (HNO3), el ácido bromhídrico (HBr) y el ácido yodhídrico (HI), se disocian completamente en iones de hidrógeno (H+) y aniones en soluciones acuosas.
Por ejemplo, al disolverse el ácido clorhídrico (HCl) en agua, se ioniza por completo formando iones de hidrógeno (H+) y iones cloruro (Cl–). Los ácidos fuertes tienen un pH muy bajo y, al igual que las bases fuertes, pueden causar quemaduras químicas graves. También son buenos donantes de protones.
Bases débiles versus ácidos débiles
Las bases débiles, como el amoníaco (NH3) y las aminas orgánicas, son compuestos que se disocian parcialmente en soluciones acuosas liberando iones de hidróxido (OH–) y cationes. Se caracterizan por ser donadores de pares de electrones y aceptores de protones.
Los ácidos débiles también se disocian parcialmente en soluciones acuosas. Ejemplos de estos incluyen el ácido carbónico (H2CO3), el ácido acético (CH3COOH) y el ácido cítrico (C6H8O7). Tienen valores de pH más altos en comparación con los ácidos fuertes y no se disocian completamente.