Brasil no disminuye incertidumbres sobre política fiscal, afirma Fitch.

Fitch Ratings afirmó este jueves (26) que la actual política fiscal de Brasil y sus efectos no están a la altura del buen desempeño de la economía nacional y que se espera que los desafíos para el gobierno federal persistan y crezcan el próximo año.

La agencia de riesgos destacó que el desempeño fiscal ha sido más débil de lo esperado en relación con las proyecciones presupuestarias iniciales para 2024 y que un descalce entre la política fiscal y el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) podría afectar la calificación de riesgo del país, actualmente en “BB”.

Según Fitch, los intentos del área económica de aumentar los ingresos, con énfasis en el uso de dividendos del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) y dinero olvidado en los bancos, han resultado inestables, ya que dependen de fuentes o medidas extraordinarias con impactos limitados en el tiempo.

«Las principales medidas de ingresos son transitorias o tienen beneficios inciertos», dijo Fitch en una nota. «Estas medidas improvisadas demuestran un compromiso con los objetivos fiscales, pero no ofrecen mejoras fiscales estructurales».

Por el lado del gasto, la agencia destaca un crecimiento mayor de lo esperado en el gasto en pensiones, que llevó a recortes en el gasto discrecional, como uno de los principales desafíos para alcanzar los objetivos fiscales en los próximos años.

«La indexación y la asignación de recursos mantendrán la presión sobre el gasto social en los próximos años, lo que requerirá una mayor reducción del gasto discrecional para compensar lo que eventualmente podría volverse inviable», afirmó.

Fitch proyecta que la relación deuda/PIB aumentará del 74,4% del PIB en 2023 al 77,8% en 2024 y al 83,9% en 2026, cifras superiores a las esperadas anteriormente, y que deberían alejar a Brasil de la categoría mediana “BB” del 55%.