La secretaria del Tesoro de EE. UU., Janet Yellen, advirtió a China sobre posibles fricciones económicas debido al exceso de capacidad en sectores clave para la transición energética. Además, destacó la necesidad de proteger a los trabajadores y fábricas estadounidenses ante la competencia china.
Durante su visita de cinco días al país asiático, Yellen expresó su preocupación por el impacto de la política industrial de China en sectores como los vehículos eléctricos, las baterías de iones de litio y la energía solar. Esta situación podría tener repercusiones a nivel global y poner en riesgo la viabilidad de empresas extranjeras.
La política de apoyo gubernamental a sectores específicos en China ha generado desequilibrios macroeconómicos, con un exceso de capacidad productiva que afecta la competitividad de otras naciones. La Comisión Europea también ha mostrado inquietud por posibles ayudas estatales al sector del coche eléctrico en el país asiático.
Ante este escenario, Yellen planteó la importancia de encontrar soluciones para corregir estas distorsiones en el mercado. Destacó la necesidad de que China incremente el consumo interno para equilibrar la oferta y la demanda en sectores clave. Sin embargo, la complejidad de la situación plantea desafíos para ambas naciones.
A pesar de los desafíos, ambos países reconocen la importancia de mantener la estabilidad en sus relaciones diplomáticas y económicas. Se han comprometido a continuar con el diálogo y la cooperación para resolver disputas y fomentar el crecimiento económico. Sin embargo, persisten temas pendientes como medidas de seguridad nacional y la regulación de empresas tecnológicas como TikTok.
En definitiva, la visita de Yellen a China pone de manifiesto la complejidad de las relaciones entre las dos potencias mundiales y la importancia de abordar de manera conjunta los desafíos económicos que enfrentan. Ambos países buscan encontrar un equilibrio que permita un desarrollo sostenible en un entorno de competencia global.
