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Tras el violento asesinato de Wilfrido Arce Cáceres, conocido como «narco pastor», a manos de sicarios frente a su iglesia evangélica el pasado mes de septiembre, la viuda del fallecido, María Alicia Ruiz Díaz, ha asumido el liderazgo de la congregación. Sin embargo, esta decisión ha generado controversia, ya que la señora Ruiz Díaz también fue detenida en el pasado por posesión de más de 366 kilos de cocaína junto a su entonces concubino, Wilfrido Arce.

Tras el trágico suceso, varios miembros de la comisión directiva renunciaron, incluyendo al pastor principal y presidente de la congregación. Desde entonces, María Alicia Ruiz Díaz se ha autoproclamado «heredera de la Congregación» y asume ahora la dirección de la misma.

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Sin embargo, su falta de liderazgo y capacidad para tratar con las personas ha llevado a que más de la mitad de los miembros de la comisión directiva hayan renunciado en menos de tres meses. Incluso el pastor principal decidió dar un paso al costado y crear su propia congregación, seguido por varios miembros de la comisión directiva y casi la mitad de los fieles de la iglesia.

La detención de María Alicia Ruiz Díaz en el pasado se dio en un caso que fue considerado la mayor incautación de drogas hasta ese momento. Por este hecho, su entonces concubino fue condenado a cinco años de penitenciaría. Sin embargo, durante su estadía en prisión, Arce Cáceres disfrutó de lujos y privilegios, incluyendo su propio chef, áreas de láser y gimnasio, fiestas con prostitutas, entre otros.

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Tras su liberación, Arce Cáceres inició una ascensión meteórica de sus finanzas, realizando millonarias inversiones en diversos bienes, incluyendo una mansión en una chacra ubicada en la colonia Ybype. Además, invirtió en la reforma de un local en el barrio Jardín Aurora de Pedro Juan Caballero, donde funcionaba la congregación evangélica de la familia.

Las investigaciones también revelan que tenía estancias en la zona de Yby Yaú y Pasinho, y poseía bienes incluso en territorio brasileño, donde todos los miembros del clan Arce Cáceres cuentan con documentación brasileña.

El legado del «narco pastor» ha dejado un profundo impacto en la comunidad, y la viuda, María Alicia Ruiz Díaz, intenta seguir adelante liderando la congregación. Sin embargo, los conflictos internos y las controversias en torno a su pasado han generado una situación complicada para la iglesia, que busca mantener su funcionamiento a pesar de la ausencia de su fundador.

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