Violencia desatada: caos y confrontaciones en las cercanías de Culiacán.
La capital de Sinaloa, Culiacán, vivió una jornada de violencia con enfrentamientos entre el Cártel de Sinaloa y el Ejército mexicano. Se reportaron narcobloqueos en las principales vías de acceso y carreteras, generando caos y temor en la población. Las autoridades confirmaron acciones de seguridad en la zona norte de la ciudad, pero aseguraron que la situación se encuentra bajo control y focalizada fuera de la urbe.
La Secretaría de Seguridad de Sinaloa informó que se produjo un ataque contra personal militar en el ejido Peñasco y un bloqueo en la carretera México 15 con vehículos incendiados en El Limón. Las imágenes de camiones en llamas y carreteras bloqueadas se viralizaron en redes sociales, mostrando la magnitud de la violencia desatada en la ciudad. A pesar de los incidentes, periodistas locales aseguran que no hay contratiempos en el sur y centro de Culiacán.
El gobernador Rubén Rocha aseguró que la agresión de civiles armados desencadenó la violencia y que las autoridades respondieron de manera coordinada durante la tarde. El presidente pidió evitar especulaciones ante las múltiples versiones no oficiales de los hechos. La Universidad Autónoma de Sinaloa suspendió clases debido a la situación, mientras que diversas rutas de transporte público también se vieron afectadas por el caos vial.
El sindicato Jesús María, con presencia de Los Chapitos, facción del Cártel de Sinaloa, ha sido escenario de batallas anteriores tras detenciones de miembros del grupo criminal. Los hijos de El Chapo han sido protagonistas de conflictos y detenciones, con algunos de ellos ya en Estados Unidos enfrentando cargos por narcotráfico. Las autoridades mexicanas investigan posibles acciones del grupo dentro y fuera del país.
Los hermanos Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, aún prófugos en México, son considerados líderes del cártel por Estados Unidos. Las autoridades norteamericanas los acusan de ser fuente principal de fentanilo en el país y ofrecen recompensas por su captura. El estado de Sinaloa se encuentra en alerta tras la detención de miembros clave del cártel, reflejando tensiones internas y externas que podrían desencadenar más violencia en la región.
