Un testigo considerado “clave” en el juicio por el asesinato del excapellán Saturnino López Galeano, ocurrido en 2012 en Ñemby, compromete aún más la participación del único acusado del crimen, Anselmo Fidel Arrúa Cabrera. La Fiscalía lo acusa de homicidio doloso y robo agravado.
El testigo señaló que aquel día fueron a un almuerzo por el Día de los Trabajadores a la casa de un primo, Alejandro Talavera, y que él llevó a su conocido Anselmo. Explicó que son todos conocidos de Caazapá, pero los primos de él vieron por primera vez al acusado.
“Casi a las 01:00 les llamó y le dijo que hizo un golpe que le llamó a Aníbal, que no le hizo caso. Después le dice que mató a alguien y que tiene muchas cosas que llevar, pero que nadie le ayuda”, prosiguió.
La confesión
Refirió que ante la situación, el religioso trató de defenderse con un cuchillo y le hirió, pero el acusado siguió asestándole más golpes con el machete hasta que acabó con su vida.
Tras consumar el crimen, registró la vivienda buscando una importante suma de dinero que le dijeron que tenía en su vivienda, pero solo encontró G. 350 mil en efectivo, del cual se apropió. También se alzó con todas las cosas de valor de la casa, como relojes y otros objetos La quemó la motocicleta y desapareció.
Retomarán juicio el 19 de junio
El juicio oral y público contra Anselmo Fidel Arrúa Cabrera se retomará el próximo 19 de junio a las 09:00 en el Palacio de Justicia de Luque. El Tribunal de Sentencia encargado del proceso está integrado actualmente por los magistrados Luz Marina Caballero, Julio López y Fátima Rojas.
