Ser ambientalista en México es más complicado que ser delincuente.

Ser ambientalista en México es más complicado que ser delincuente.
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En el sureste de México, el activista Víctor Rosales lucha por proteger a las tortugas marinas en Mahahual, un paraíso amenazado por la contaminación plástica y el sargazo. Rosales fundó la ONG Aak Mahahual en 2018 para preservar a estas especies vulnerables en la región.

La labor de Rosales no es fácil, ya que México es uno de los países más peligrosos para los ambientalistas. Ha enfrentado amenazas y violencia mientras trata de concienciar a la comunidad local sobre la importancia de conservar el ecosistema marino. A pesar de los desafíos, su trabajo ha dado frutos, encontrando numerosos nidos de tortugas en la región.

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El territorio de Mahahual enfrenta diversos problemas, desde cazadores furtivos que trafican huevos de tortuga hasta la presencia de depredadores como jaguares y perros desnutridos. Aak Mahahual busca mitigar estos conflictos a través de campañas de concienciación y acciones concretas para proteger a las tortugas y su hábitat.

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El equilibrio entre la conservación de las tortugas, la presencia de jaguares y la convivencia con los perros callejeros representa un desafío constante en Mahahual. Rosales trabaja para sensibilizar a la comunidad y obtener el apoyo de las autoridades ambientales para garantizar la protección de estas especies en peligro.

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Aak Mahahual exige un mayor compromiso por parte de las autoridades para destinar recursos a la conservación y protección de las áreas naturales protegidas en la región. La labor de Rosales y su equipo buscan hacer de Mahahual un ejemplo de sostenibilidad y preservación del medio ambiente en la Riviera Maya, enfrentando las amenazas que ponen en riesgo la biodiversidad local.


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