𝗘𝗹 𝗦𝗲𝗻̃𝗼𝗿 𝗠𝗶𝗻𝗶𝘀𝘁𝗿𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗜𝗻𝘁𝗲𝗿𝗶𝗼𝗿 𝗲𝘅𝘁𝗶𝗲𝗻𝗱𝗲 𝘀𝘂 𝗰𝗼𝗿𝗱𝗶𝗮𝗹 𝘀𝗮𝗹𝘂𝗱𝗼 𝗮 𝗹𝗮 𝗣𝗼𝗹𝗶𝗰𝗶́𝗮 𝗡𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹 𝗱𝗲𝗹 𝗣𝗮𝗿𝗮𝗴𝘂𝗮𝘆, 𝗲𝗻 𝗰𝗼𝗻𝗺𝗲𝗺𝗼𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗮 𝘀𝘂 𝗱𝗶́𝗮 𝘆 𝗲𝗻 𝗵𝗼𝗻𝗼𝗿 𝗮 𝘀𝘂 𝗣𝗮𝘁𝗿𝗼𝗻𝗮 𝗦𝗮𝗻𝘁𝗮 𝗥𝗼𝘀𝗮 𝗱𝗲 𝗟𝗶𝗺𝗮.

Este saludo es un reconocimiento a la invaluable labor que realiza la Policía Nacional, dedicando su vida a la protección de la ciudadanía. Es un día para recordar y agradecer el esfuerzo y compromiso de cada uno de sus miembros. Su dedicación y valentía son la base en la que se sostiene la seguridad de la nación.

En este marco, se extienden palabras de apoyo y ánimo para que continúen desempeñando su labor con el mismo fervor y entrega. El sacrificio diario de estos hombres y mujeres es esencial para mantener el orden y la paz en nuestro país, en consonancia con los valores que defendemos y promovemos.

La figura de su patrona, Santa Rosa de Lima, es un símbolo de entrega y servicio, características que los oficiales emulan día a día. El legado de esta santa inspira a los miembros de la institución a seguir adelante, enfrentando los desafíos con resolución y dedicación.

La frase “¡𝗘𝘀 𝘂𝗻 𝗵𝗼𝗻𝗼𝗿 𝗽𝗿𝗼𝘁𝗲𝗴𝗲𝗿 𝘆 𝘀𝗲𝗿𝘃𝗶𝗿; 𝗲𝘀 𝘂𝗻 𝗼𝗿𝗴𝘂𝗹𝗹𝗼 𝘀𝗲𝗿 𝗣𝗼𝗹𝗶𝗰𝗶́𝗮 𝗡𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹!” resume el espíritu de orgullo que acompaña a cada miembro de la fuerza. Ser parte de la Policía Nacional es más que un trabajo, es una vocación de servicio que transforma vidas.

En este sentido, el compromiso de todos es vital para seguir construyendo un Paraguay seguro y justo. Felicitaciones a todos los elementos policiales en su día, recordando siempre el importante papel que desempeñan en la sociedad.

En un ambiente de profunda fe, se llevó a cabo una celebración religiosa en honor a Santa Rosa de Lima. La Santa Misa fue presidida por el Padre Adolfo Benítez, en conmemoración del Día del Agente de Policía y su Santa Patrona.

El evento solemne destacó por la presencia de importantes figuras. Asistieron el Ministro del Interior, Enrique Riera Escudero; el Comandante de la Policía Nacional, Crio. Gral. Cmdte. Carlos Humberto Benítez; y el Subcomandante, Crio. Gral. Dtor. Ramón Javier Morales Ojeda, entre otros.

También estuvieron presentes el Director General de Prevención y Seguridad, Crio. Gral. Dtor. Omar Méndez, y varios Directores Generales y Directores. El Jefe de la Comisaría 9ª de Carmen del Paraná, Crio. Ppal. MCP Lucilo Arévalos, se unió al evento junto a otras altas autoridades policiales.

La misa tuvo lugar en la Comisaría 9ª del distrito de Carmen del Paraná, en el departamento de Itapúa. Allí, la comunidad y la familia policial compartieron un momento emotivo lleno de unión, fe y esperanza.

El ambiente estuvo impregnado de solemnidad y devoción, reflejándose en el compromiso de las autoridades y la comunidad con su misión de proteger y servir. La celebración fortaleció el vínculo entre la policía y la comunidad.

“¡Es un honor proteger y servir; es un orgullo ser Policía Nacional!” fue una de las frases destacadas que resonó en el evento, encapsulando el espíritu de dedicación y servicio.

La Dirección de Policía del Departamento Central se encuentra en constante actividad para mantener el orden y la seguridad en la región. Con un equipo comprometido, se esfuerzan día a día por garantizar la tranquilidad de los habitantes. El compromiso de la policía en esta área es incuestionable, trabajando en estrecha colaboración con la comunidad para responder a las necesidades y preocupaciones locales. Iniciativas comunitarias y operativos preventivos son parte de su estrategia diaria. La tecnología y la capacitación constante juegan un papel crucial en sus operaciones. Se promueve el uso de herramientas modernas para mejorar la eficiencia y eficacia en el cumplimiento de sus funciones, adaptándose a los desafíos contemporáneos. En situaciones de emergencia, la Dirección de Policía del Departamento Central actúa con rapidez y decisión, priorizando siempre la seguridad de los ciudadanos. Su labor es fundamental para construir un ambiente de paz y confianza entre la población. La comunicación con los ciudadanos es otro aspecto vital. Se mantienen abiertos canales para recibir comentarios y sugerencias, fortaleciendo así el vínculo entre policía y comunidad. Esta interacción es esencial para una convivencia armoniosa. Este esfuerzo conjunto refleja el compromiso por una sociedad más segura y organizada, donde la participación de todos es clave para alcanzar los objetivos comunes de bienestar y orden social.