La participación en las elecciones catalanas de este domingo se sitúa a las 18.00 horas en el 45,80%, uno de los porcentajes más bajos de la historia. Esto representa más de 20 puntos por debajo de las elecciones de 2017, en pleno ‘procés’. Sin embargo, es ligeramente mayor que en las elecciones de 2021.
En la provincia de Barcelona, el 46,21% de los empadronados ya han ejercido su derecho al voto, mientras que en Gerona, Lérida y Tarragona, la participación se sitúa en el 45,83%, 43,34% y 44,06% respectivamente. En comparación con las elecciones autonómicas únicas de 2021, se observa un aumento en Barcelona y Tarragona, mientras que en Lérida y Gerona la participación ha descendido.
A pesar de la situación de pandemia por covid, las restricciones no han sido un impedimento para que los ciudadanos catalanes acudan a las urnas en esta jornada electoral. La cifra de participación, aunque baja en comparación con anteriores comicios, sigue siendo significativa y refleja el interés de la ciudadanía en estas elecciones regionales.
La jornada electoral ha transcurrido con normalidad en los colegios electorales de Cataluña, con medidas sanitarias especiales para garantizar la seguridad de los votantes. Los partidos políticos han desplegado sus estrategias hasta el último momento para captar el voto de los ciudadanos indecisos.
Las elecciones catalanas de 2022 se presentan como un importante termómetro político en la región, con la incertidumbre sobre cuál será el resultado final y cómo se configurará el nuevo gobierno autonómico. Los partidos independentistas y constitucionalistas se disputan el poder en una contienda electoral reñida y marcada por la polarización política.
Los líderes políticos han animado a la ciudadanía a participar en estas elecciones decisivas para el futuro de Cataluña, con llamamientos a la responsabilidad y al ejercicio democrático. Se espera que la participación aumente en las últimas horas de la jornada, con la posibilidad de que se alcance un porcentaje mayor al registrado a las 18.00 horas.
En un contexto de tensiones políticas y divisiones ideológicas, los ciudadanos catalanes han acudido a las urnas en un clima de incertidumbre y expectación. La jornada electoral se desarrolla con normalidad, a pesar de la baja participación registrada hasta el momento, lo que marcará el devenir político de la región en los próximos años.
