Recién nacido de Paraná fallece por tos ferina en Brasil.
La secretaría de Paraná también investiga una segunda muerte por tos ferina: un bebé de tres meses, vecino de Irati.
Causada por bacterias Bordetella pertussis y también conocida como tos ferina, la tos ferina es una infección respiratoria que, en la primera fase de la enfermedad, presenta síntomas muy similares a los de la gripe, lo que dificulta
El diagnóstico es precoz y se transmite por contacto con secreciones de una persona infectada, ya sea en objetos infectados o por gotitas que se esparcen al hablar o toser.
En este escenario, hay grupos que son más vulnerables a presentar manifestaciones graves, especialmente los bebés de hasta seis meses de edad. Si son contaminados por la bacteria de la tos ferina, pueden presentar complicaciones como deshidratación, neumonía, convulsiones y daño cerebral. Por lo tanto, son los más afectados a la hora de analizar la mortalidad por la enfermedad.
Vale recordar que la tos ferina es una infección que se puede prevenir mediante la vacunación, utilizando la vacuna pentavalente, que es administrada gratuitamente por el SUS a los 2, 4 y 6 meses, con un intervalo de 60 días entre dosis.
El último brote en Brasil fue en 2014, cuando el país registró 8.614 casos. Según Raquel Stucchi, infectóloga de la Sociedad Brasileña de Infectología (SBI), los brotes ocurren cuando la cobertura de vacunación está por debajo de la meta.
Además de la vacuna pentavalente, disponible en el SUS para niños, la vacuna triple bacteriana acelular (dTpa) también garantiza protección contra la tos ferina y se administra gratuitamente a los profesionales de la salud y a las embarazadas a partir de la semana 20 de gestación.
La inmunidad adquirida mediante la vacunación no es permanente. Según el Ministerio de Salud, la protección puede ser baja o nula después de 5 a 10 años desde la última dosis. Lo mismo ocurre con las personas que ya han sido infectadas con la bacteria de la tos ferina.
Según la infectóloga del SBI, todo adulto debería recibir una dosis de refuerzo de la vacuna triple bacteriana cada 8 o 10 años. Sin embargo, estas dosis aún no están incluidas en el calendario de vacunación de adultos. “Si pueden, deberían buscar atención médica complementaria para recibir esta vacuna”, afirma Raquel. Incluso existe la recomendación de que las personas que vayan a vivir con un bebé (padres, abuelos, cuidadores) se pongan la vacuna triple bacteriana, si es posible.