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En una operación policial de gran envergadura, la Policía Federal ha logrado desmantelar una organización criminal paramilitar que operaba en la frontera entre Brasil y Paraguay, dedicada al tráfico internacional de drogas y armas. La operación, conocida como «Magnus Dominus», ha resultado en la ejecución de 12 órdenes de aprehensión y 11 órdenes de allanamiento y registro. El grupo paramilitar operaba en las ciudades de Ponta Porã (Brasil) y Pedro Juan Caballero (Paraguay).

La Justicia Federal emitió las órdenes de búsqueda y captura contra nueve brasileños, un italiano, un rumano y un griego, todos ellos presuntos miembros de esta organización criminal. La operación se ha llevado a cabo de manera simultánea en los estados de Mato Grosso do Sul, Minas Gerais, São Paulo y Río Grande del Sur, contando con la participación de más de 100 agentes de la Policía Federal.

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La investigación reveló que este grupo paramilitar contaba con miembros altamente capacitados en tácticas militares y seguridad privada, habiendo recibido entrenamiento nacional e internacional en estas áreas, incluyendo experiencias en conflictos bélicos y operaciones contra piratas en barcos.

Además, se descubrió que disponían de un poderoso arsenal, que incluía chalecos antibalas, drones, visores nocturnos, granadas y armas de alto calibre como rifles .556, .762 y .50 capaces de perforar blindajes y derribar aviones.

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Para garantizar el éxito de la operación en Paraguay, se llevó a cabo una estrecha cooperación policial con las autoridades del país vecino, con la participación del Ministerio Público Federal. La magnitud de esta organización criminal y su capacidad militar representaban una amenaza grave para la seguridad en la región fronteriza, por lo que esta intervención conjunta resulta crucial para debilitar sus operaciones y detener a sus integrantes.

La desarticulación de este grupo paramilitar es un paso importante en la lucha contra el tráfico de drogas y armas en la zona fronteriza. Las autoridades continúan trabajando para identificar y perseguir a otros individuos involucrados en estas actividades ilícitas, con el objetivo de garantizar la seguridad y la tranquilidad de la población en ambos lados de la frontera.

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