En Paraguay, el empleo a tiempo parcial está regulado por la Ley 6339/2019, que especifica que la jornada laboral debe oscilar entre 16 y 32 horas semanales. Este modelo busca flexibilizar el mercado laboral y ampliar la seguridad social, ya que se refiere a empleados cuyos horarios son menores que los de un trabajador a tiempo completo en situaciones similares (Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social-MTESS).
Según el Instituto de Previsión Social (IPS), el número de trabajadores a tiempo parcial ha aumentado en los últimos años. En enero de 2022 había 5,767 empleados bajo esta modalidad, y para enero de 2025 la cifra subió a 6,989. Aunque el aumento parece moderado en ese mes, el mayor cambio se dio en otros momentos: en marzo de 2025 se registraron 16,058 trabajadores a tiempo parcial, el doble que los 7,567 de marzo de 2024. En abril, la cifra pasó de 7,279 en 2024 a 21,365 en 2025. Este crecimiento continuó en mayo y junio, con 22,417 y 24,155 contribuyentes respectivamente, en comparación con poco más de 7,300 en el mismo periodo del año anterior.
El incremento desde marzo de 2025 podría deberse a una formalización en sectores intensivos en mano de obra, como el comercio y los servicios, que históricamente han reunido buena parte del empleo parcial.
Relacionar esta tendencia con la experiencia laboral revela un panorama más amplio. La Encuesta Permanente de Hogares Continua (EPHC) del Instituto Nacional de Estadística (INE) mostró que en el segundo trimestre de 2025, había 2,974,314 personas empleadas en todo el país. De ellas, un 10.4% tenía entre 2 meses y menos de 1 año de experiencia en su trabajo principal, un 7.6% acumulaba entre 1 y menos de 2 años, mientras que el 80.1% contaba con más de dos años en su puesto.
Esto es relevante porque el aumento en los contratos a tiempo parcial podría estar relacionado con la incorporación de trabajadores con poca experiencia. En el primer trimestre de 2022, el 8.4% tenía menos de un año de experiencia. Para 2025, este porcentaje había crecido, sugiriendo una entrada más dinámica de nuevos trabajadores al mercado, probablemente bajo esquemas de medio tiempo.
El empleo parcial también puede facilitar la transición a la formalidad. Contribuir al IPS permite acceso a cobertura de salud y jubilación, aumentando así la base contributiva.
Sin embargo, existen desafíos. Un mercado con un aumento en los contratos de medio tiempo puede consolidar situaciones de subempleo si no se implementan políticas que faciliten la transición a empleos de tiempo completo y mejor pagos. Además, la concentración en ciertos sectores plantea el desafío de diversificar para evitar que el empleo parcial se convierta en un límite para algunos grupos sociales.
En resumen, la expansión del trabajo a tiempo parcial en Paraguay tiene dos caras. Por un lado, mejora la cobertura de seguridad social y permite la inclusión de jóvenes y personas con poca experiencia en el mercado formal. Por otro lado, plantea preguntas sobre la calidad del empleo y la necesidad de que esta modalidad sea un puente hacia mejores oportunidades.
* Este material fue elaborado por MF Economía e Inversiones.
