Una pequeña de 2 años tuvo que ser intubada y llevada a terapia intensiva tras sufrir una severa obstrucción en las vías respiratorias al consumir maní. Más tarde, la niña fue ingresada en terapia intensiva para tratar una neumonía.
El Dr. Carlos Morínigo, jefe de Endoscopía Respiratoria en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (Ineram), describió el caso de una niña de dos años. Lo que comenzó como una noche tranquila en el Bañado Sur se tornó en una urgencia cuando la pequeña se asfixió al atragantarse con un maní.
En medio del pánico, los padres la llevaron rápidamente al Hospital de Barrio Obrero, donde un médico consiguió extraer un fragmento del maní y realizar los primeros auxilios.
A pesar de ello, el estado de la niña empeoró. Debido a su dificultad para respirar, fue intubada de emergencia y trasladada al Ineram.
Una intervención complicada
Carlos Morínigo narró que la extracción fue compleja porque el maní había generado una intensa inflamación en la tráquea y bronquios, además de una neumonía asociada.
“El maní estaba incrustado en la tráquea y comenzó a fragmentarse, lo que requirió varios intentos de extracción. Tras 40 minutos, logramos despejar completamente la vía aérea”, explicó el doctor.
El médico recordó que los niños de 0 a 5 años tienen un reflejo inmaduro de deglución y masticación, además de vías respiratorias pequeñas que se obstruyen fácilmente. Por ello, no se recomienda ofrecerles semillas, frutos secos ni alimentos similares.
“Esto es una emergencia pediátrica. Los padres deben estar atentos y evitar estos alimentos a temprana edad”, destacó Morínigo.
Tras la intervención, la niña fue nuevamente intubada y llevada a terapia intensiva para tratar la neumonía y la inflamación en sus vías respiratorias. Su evolución continúa bajo observación.
