Mondo Duplantis vuela alto en el Estadio de Francia.
Mondo Duplantis vuela alto en París y gana su segundo oro olímpico en salto con pértiga, superando la marca de 6,25 m. Este joven prodigio sueco de 24 años es comparado con Mozart por su genio y talento innato en la disciplina. Desde una explosión a los 18 años con un título europeo en 6,05 m, Duplantis ha demostrado su dominio en el deporte, ganando seis grandes finales y estableciendo récords en el camino.
En medio de un estadio extasiado, Duplantis se alza como una figura imponente, atrayendo todas las miradas con su destreza y elegancia en el salto con pértiga. Con un físico normal de 1,83 m y 79 kg, él desafía las leyes de la física con cada salto, demostrando una maestría incomparable en su disciplina. Su enfoque y dedicación lo han llevado a obtener un bronce en los 5,90 m y luego la plata en los 5,95m, antes de superar la barrera de los 6 m en su intento por establecer un nuevo récord mundial.
En una actuación magistral, Duplantis pide elevar la barra a 6,10 m en un intento por batir el récord olímpico. El estadio retiene la respiración mientras este joven fenómeno se prepara para hacer historia una vez más. Con un movimiento suave y determinado, Mondo supera los 6,10 m, celebrando con entusiasmo y euforia su hazaña. Su dominio en el salto con pértiga lo consolida como uno de los grandes atletas de la época.
La noche culmina con un desafío final: 6,25 m, el récord mundial. Con una determinación inquebrantable, Duplantis se prepara para el salto decisivo. A las 22:18 horas, en un acto de pura excelencia atlética, Mondo corre hacia la barra, se eleva por los aires y supera con éxito los 6,25 m, estableciendo un nuevo récord mundial en salto con pértiga. El estadio estalla en júbilo y admiración ante la proeza de este joven prodigio sueco.
Mondo Duplantis se convierte en el primer saltador con pértiga en la historia en ganar dos títulos olímpicos, consolidando su lugar como una leyenda en su disciplina. Su estilo único y sus habilidades excepcionales lo han elevado a la cima del atletismo mundial, dejando una marca imborrable en la historia del deporte. Con cada salto, Mondo demuestra su genio y su determinación, inspirando a una nueva generación de atletas a alcanzar nuevas alturas en su camino hacia la grandeza.
