La ironía situacional puede ser cómica, dramática o terrorífica.
Los buenos escritores utilizan la ironía situacional para contar historias de manera efectiva, creando sorpresa al desafiar las expectativas de los lectores. Reconocer y utilizar este recurso mejora la narración.
Los escritores tienen la capacidad de desarrollar un sentido de ironía situacional que puede ser beneficioso en la narración de historias.
La ironía situacional se refiere a circunstancias que van en contra de las expectativas del lector, lo cual puede ser clave en la narrativa.
Se anima a los lectores a identificar ejemplos de ironía situacional en su vida diaria, ya que es más común de lo que se piensa.
Para practicar este concepto, se sugiere aplicarlo a la creación de historias cortas, anticipando lo que se espera en la trama y luego explorando lo opuesto a esas expectativas.