La convocatoria para la licitación de impresión de libros del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) sigue suspendida mientras la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) revisa una impugnación presentada en el proceso (ID 463098).
La empresa Mercurio expresó su descontento parcial con las asignaciones, ya que se adjudicaron a las propuestas más costosas, con un total de un millón de dólares más que las más económicas. Esto se debió a que el MEC usó criterios inusuales de evaluación, como “cultura organizacional”, “responsabilidad social”, “sostenibilidad social” y “ponderación social”, dejando de lado el costo.
El ministro de Educación, Luis Ramírez, mencionó a ABC Cardinal que estos criterios incluyen “experiencia en programas de voluntariado, donaciones y trabajo ambiental”. Sin embargo, no pudo justificar cómo estos aspectos asegurarían la entrega o las mejores condiciones contractuales para el Estado.
Ramírez tampoco explicó por qué en esta licitación no se consideró la experiencia previa, ni la capacidad técnica o financiera de los oferentes.
La DNCP, dirigida por Agustín Encina, suspendió temporalmente el proceso tras la impugnación, y ahora analiza la situación de fondo. La suspendida continuará hasta que se resuelva el asunto, con un plazo legal de 35 días hábiles para decidir.
Carlos Valdovinos, representante de Mercurio SA, expresó su esperanza de que la DNCP revise el caso en profundidad y defienda los intereses del Estado, favoreciendo la competencia justa. Criticó al MEC por ignorar la experiencia y capacidad de los oferentes, enfocándose en aspectos que no garantizan el cumplimiento del contrato.
En la mayoría de los lotes, las ganadoras Nobel y Álamo, presentaron ofertas más costosas. Mercurio había ofrecido mejores precios, pero las otras fueron favorecidas por presentaciones como donaciones de útiles. Según Valdovinos, esto llevará al Estado a pagar un 40% más, o G. 8.000 millones adicionales, debido a la importancia que el MEC dio a las donaciones en su evaluación.
