Navegar por el mar en barco, yate o velero, viajar a destinos paradisíacos o explorar zonas recónditas puede estar al alcance de cualquiera sin gastar un solo euro. Podría ser un intercambio: trabajar por placer. Aunque el esfuerzo mientras dura el viaje también tiene su recompensa. Los trabajadores podrán disfrutar de unas horas de descanso en medio del océano o sumergirse en sus aguas. Toda una opción para el 26% de los españoles que no tiene medios económicos para viajar esta Semana Santa, según la reciente encuesta de la plataforma YouGov, o para reducir la intención media de gasto durante este periodo vacacional, desde 429 euros, como apunta Cetelem. Observatorio.
Diferentes webs de tripulantes marinos sirven de plataforma para que los propietarios de estas embarcaciones, los llamados hosts, conecten con sus tripulantes de cabina entre todos aquellos que suben su perfil en busca de esta experiencia. Los anfitriones como “empleadores” ofrecen alojamiento y transporte a cambio de trabajo a bordo. No es necesaria experiencia previa ni conocimientos profesionales y se valoran las ganas de aprender, el trabajo en equipo y la voluntad de aportar. Uno de los más populares, FindaCrew, lo hace fácil. Su página dice: “Conéctese directamente con miembros de 200 países. Ver, registrarse, enumerar, buscar, filtrar, combinar y saludar”.
Eso fue lo que hizo en esta plataforma Jorge Estrada, enfermero de profesión. “Dentro de tres semanas me embarcaré hacia las islas de Fiji, Tonga y Polinesia Francesa. Llegué a un acuerdo con el capitán para realizar tareas básicas de mantenimiento como cocina, asistencia a la navegación (gobernar el timón o ajustar las velas) o turnos de noche a cambio de alojamiento en el barco y transporte gratuito”. Para Priya Hill, quien también viajará como voluntaria por las islas del Pacífico, este viaje es “un desafío para poner a prueba mis habilidades y capacidad de aprendizaje, y también una oportunidad para conectar con el mar, disfrutar el proceso y crecer a nivel personal.”
En otro sitio, CrewSeekers, llaman Work Ticket a viajar a cambio de trabajo. Entre sus propuestas para estos días se encuentran un viaje a Papúa Nueva Guinea o la travesía Albania-Túnez. Su página aclara: “Explorar todas nuestras oportunidades de navegación es gratis”, aunque, como la mayoría, tiene un servicio premium que requiere una cuota de membresía.
Antes de hacer autostop en el mar y lanzarse a esta aventura laboral vía intercambio, hay quien aconseja precaución y control. Es el caso de la página de Crewbay, que ofrece la posibilidad de “permanecer en el anonimato hasta estar seguro de que el viaje y el capitán son los adecuados” y aconseja “pedir reseñas”. También advierte que “si un anuncio de Crewbay solicita el género femenino, tienes todo el derecho a preguntarte por qué”. Y Vala: “Se trata de gente a la que le gusta navegar. «No es un sitio de citas”.
La proliferación de la demanda de esta aventura itinerante tiene que ver con “un cambio de valores en el trabajo, con una cifra récord de bajas laborales (450 por cada 1.000 trabajadores, según un estudio de Univalle Activa y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas), donde el trabajador necesita periodos de reflexión y descanso”, dice Virginio Gallardo, socio de la consultora Humannova y autor del libro La revolución de las habilidades: aprender a cambiar. Y agrega: “Muchos de estos procesos, generados a partir de la pandemia, tienen la misión de repensar la actividad laboral.”
Otras formas de desplazarse por el mundo a cambio de trabajo son igualmente interesantes. Este es el caso de House Sitting, un negocio en crecimiento que conecta a propietarios de viviendas con los llamados house sitters. El acuerdo consiste en cuidar la casa durante las vacaciones de los propietarios a cambio de alojamiento gratuito. Una opción que conlleva responsabilidades como las que se especifican en la web de Worldpackers: “Mantener limpio, regar las plantas, cuidar de las mascotas y atender posibles emergencias domésticas”. Para tener éxito en la negociación con los propietarios, esta página recomienda “generar confianza y saber adaptarse a los diferentes horarios”. Otras plataformas que ofrecen este mismo tipo de intercambio gratuito son Nomador, Ttrustedhousesitters o MindMYHouse.
Una de las más conocidas y utilizadas, que además incluye comunidad en España, es la plataforma Workaway. Tiene una variedad más amplia de oportunidades, incluida la enseñanza de idiomas, ayudar en granjas orgánicas o con proyectos de construcción. A través de él, la matemática Inés Milan Sanz viajó por Europa. “En Hungría, los dueños de un camping me ofrecieron una caravana (con cocina y baño) y dos comidas a cambio de seis días de trabajo montando tiendas, podando árboles, aserrando madera, pintando y barnizando, hasta que ayudé en la cocina y limpieza”, dice Milano.
Aún en Estambul, narra el intercambio en un albergue: “Trabajaba cuatro horas diarias, seis días a la semana (limpiando la cocina, los baños, los pasillos, las duchas y las habitaciones, cambiando las sábanas, cargando las lavadoras y planchando la ropa) a cambio de una habitación compartida con tres voluntarios, una comida y llenar la nevera tres veces por semana”. Reconoce que “es una opción atractiva para viajar con poco presupuesto, pero también para ver y hacer cosas diferentes”. Pretende repetir “aunque en otras opciones, como la enseñanza de idiomas en los colegios, el cuidado de animales o el apoyo a plataformas”, concluye.
Activismo en los océanos Seashepherd busca defensores apasionados de los océanos que no teman el trabajo duro, los bajos salarios, las condiciones peligrosas y el clima extremo. Necesita voluntarios motivados para defender, conservar y proteger nuestros océanos y nuestra fauna marina. Su convocatoria está dirigida a personas con capacidades técnicas y también a tripulantes de cubierta para mantener el barco en funcionamiento, para quienes no es necesario tener experiencia en navegación. A cambio de estos trabajos, el voluntario recibe alojamiento y alimentación, con tres comidas veganas al día, además de formación a bordo por parte de los tripulantes más experimentados.
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